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"Esto de los resultados para mí es secundario, nunca fue el primer objetivo. Lo más importante es que se juegue bien al fútbol, que la gente disfrute, que esté orgulloso de identificarte con ellos. Y si en el último mes estás, como ha ocurrido, para las tres finales pues es un éxito. La Liga ha sido muy buena. Que ha faltado la guinda, pues sí ha faltado, pero es secundario, repito". ¿De verdad alguien se lo traga? ¿Si el Barcelona hubiera ganado la Liga siendo peor no la habrían celebrado?
Por otro lado, el holandés acudió al manido discurso de las tarjetas de Pepe y Messi para acusar a los árbitros de llevar perjudicando al Barcelona "muchos años": "Son muchos detalles que analizar. Si ves, por ejemplo, en cuestión de tarjetas que Pepe y Messi cumplieron el ciclo en la misma jornada, es absurdo. No se puede ni comparar. Hay un desbarajuste enorme. Luego se puede discutir que cada árbitro tiene derecho a equivocarse, evidentemente. Pero desde hace muchos años hay más fallos en contra del Barça que del Madrid". Vergonzoso.
Para rematar la faena, el ex entrenador del Barcelona afirma que el comportamiento de la plantilla del Real Madrid no ha estado a la altura del club: "El Madrid ya llevaba muchas temporadas jugando muy bien. Lógicamente han gastado mucho más dinero, pero le han sacado resultado. Sólo el comportamiento de muchos efectivos del Madrid no está a la altura del nombre del equipo. Eso es malo para el fútbol, para su exposición en el mundo entero porque siempre fue un equipo señor". Algún 'pero' había que ponerle a los blancos. Hipocresía pura y dura la de un Cruyff que, visto lo visto, tuvo un estupendo alumno en Josep Guardiola.
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