El secreto culé mejor guardado

Un libro desvela los problemas de Leo Messi y Guardiola en el vestuario azulgrana





Mientras que en Cataluña siguen intentando poner en un altar a Messi también por sus cualidades humanas, episodio tras episodio éstas han comenzado a quedar en entredicho. Y es que no es oro todo lo que reluce. El delantero argentino es un chico extraño, tímido, con un carácter particular que le hace mirar a los demás por encima del hombro. Esa imagen escondida de Leo Messi ha sido tapada una y otra vez, pero los hechos son los hechos.

Hace apenas unos días, se conoció que el argentino cargó contra Guardiola por sus alineaciones ante Real Madrid y Chelsea. Él mismo lideró una revuelta en el vestuario promovida desde la directiva para echar a Pep del Camp Nou. Todo porque se la tenía jurada desde 2009/10, tal y como explica el libro en cuestión. El fichaje de Ibrahimovic fue visto por Messi como una ofensa, especialmente tras el fulgurante comienzo del sueco en el club de la ciudad condal. El argentino, incapaz de enfrentarse al entrenador y dar la cara, le mandó el siguiente sms: "Puedo ver que ya no soy importante para el equipo, así que...".

Fue el primer movimiento de un Messi que se encargó él solito de 'liquidar' a Zlatan con la amenaza latente de abandonar el Barcelona si no se cedía a su chantaje. Con el paso del tiempo, Messi fue adquiriendo más galones y se atrevió a plantar cara al entrenador, llegando incluso a dejar de hablar con él durante varios meses a causa de un problema con Manel Estiarte, mano derecha de Guardiola. Con la llegada de Villa ocurrió más de lo mismo: el argentino tuvo un rifi rafe con el asturiano y llegó incluso a obviarlo durante los partidos, no pasándole el balón. Hasta que saltó la liebre y hubo de intentar limpiar su imagen. Igual que fue un lavado de imagen el abrazo a Pep en su último partido del Camp Nou, promovido por Mascherano.

Una imagen que han tratado de alzar al Olimpo de los Dioses, cuando en realidad estamos hablando de un delantero que sólo busca su propio lucimiento, egoísta y mal compañero. Mientras que a Cristiano le siguen tachando de muchas cosas, en Cataluña siguen vendiendo esa imagen hipócrita de que Messi, el mismo que escupe a los rivales, da balonazos a la grada y apuñala por la espalda a su entrenador, es una persona humilde y de buen corazón. Pero ya hay mucha gente que ha comenzado a abrir los ojos...