Sin delanteros sólo empatas

España jugó sin '9' durante gran parte del partido, y cuando entró Torres al campo falló dos ocasiones clamorosas que impidieron que España se llevara la victoria ante Italia (1-1).





Empezar una Eurocopa teniendo enfrente a Italia en el primer partido es como lavarse los dientes antes de comer. Y lo es porque los italianos estén mejor, peor, jugando mal u horriblemente mal siempre tienen ese gen competitivo capaces de sacar de quicio al más pintado, por más que éste sea el campeón de Europa y del Mundo, en este caso España.

La alineación sorpresiva de Del Bosque fue un canto a la esperanza. O un cante sin más. Llevar tres delanteros y dejar fuera otros dos, por lo menos, para luego jugar el partido más importante de la primera fase sin referencia era un error en la pizarra y un fallo según iban cayendo los minutos. Juntar a Iniesta, Cesc y Silva sin un hombre de más de 1.80 que se posicionara arriba era una bendición para una Italia que vivía más tranquila de lo que hubiera esperado. El seleccionador puso una sombrilla para que los azules no se quemaran con el sol. Y lo agradecieron, ya que durante la primera parte Buffon pudo haber estado tomándose una cerveza y no hubiera pasado nada.

Todo lo contrario que al portero italiano le pasó a Casillas. Primero fue Pirlo el que le probó en un lanzamiento de falta que despejó el portero del Real Madrid tras pegar el balón un bote contra el suelo. Luego fue Cassano el que se encontró con las manos del portero de Móstoles en un remate dentro del área, y por último, Motta en un remate de cabeza volvió a comprobar la calidad del tejido de los guantes de Iker. Tres ocasiones de mucho peligro para Italia, de trabajo para Casillas, mientras que Buffon estaba de vacaciones debajo de su arco. Algo estaba fallando, desde luego.


La segunda parte comenzó con un cambio de cara de España. Aun sin tocar los nombres, los jugadores de Del Bosque se pusieron el chip ofensivo, y empezaron a dejar mejor sensación. De hecho, en apenas ocho minutos Buffon sintió el miedo en sus ojos gracias a remates de Cesc, Xavi e Iniesta. Tres acercamientos que acabaron sin premio, pero que auguraban cierta mejoría del equipo nacional.

1 - España: Casillas; Arbeloa, Sergio Ramos, Piqué, Jordi Alba; Busquets, Xabi Alonso, Xavi, Iniesta, Silva (Navas, m.65); y Cesc (Fernando Torres, m.74).

1 - Italia: Italia juega con: Buffon; Giaccherini, Chiellini, De Rossi, Bonucci, Maggio; Marchisio, Thiago Motta (Nocerino, m.89), Pirlo; Cassano (Giovinco, m.65) y Balotelli (Di Natale, m.56).

Goles: 0-1, m.60: Di Natale. 1-1, m.64: Cesc.

Árbitro: Viktor Kassai (HUN). Amonestó a Jordi Alba (67) y Arbeloa (84) y Torres (84) por España; y a Balotelli (37), Bonucci (67), Chiellini (79) y Maggio (89) por Italia.

Incidencias: encuentro correspondiente a la primera jornada del Grupo C, disputado en el estadio Arena Gdansk, ante la presencia de 39.000 espectadores. Estuvieron en el palco de honor los Príncipes de España, el presidente del Gobierno Mariano Rajoy, el presidente de Uefa Michel Platini y el presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Ángel María Villar, entre otras personalidades.

Eso sí, los italianos a pesar de estar más contragolpeadores y menos dominadores de balón, dejaban sensación de peligro en cada carrera en largo de los Balotelli, Cassano y compañía. No fue ninguno de ellos, sino Di Natale, que había entrado en sustitución del delantero del City, el que se presentó delante de Casillas tras una gran asistencia de Pirlo, y superó al portero español en el uno contra uno. En ese momento, algún fantasma se cruzó en las miradas y pensamientos de jugadores y aficionados. Había razón para ello.

Con el tanto de los italianos, parecía que abrir el cofre de la meta de Buffon se iba a convertir en un imposible. Sin embargo, fue David Silva el que encontró una llave maestra para abrir la lata, y encontrar el resquicio necesario para superar la zaga italiana y ver la entrada de Cesc. Éste hizo buena la espectacular asistencia del jugador del City y puso la igualada apenas tres minutos después del 0-1. Llovía menos para los nuestros.

El ‘premio’ de Del Bosque al fenomenal pase de Silva fue mandarle al banquillo nada más lograr el 1-1. Un movimiento brusco y poco convincente, pues el ‘21’ estaba siendo junto a Iniesta lo más salvable de España. Navas fue el que entró para dar profundidad a la banda, cosa que hizo con bastante más acierto que el delantero que entró de refresco para tratar de darle la puntilla a los italianos, Fernando Torres. El jugador del Chelsea tuvo tres ocasiones clamorosas durante el tiempo que estuvo en cancha, todas malogradas. La primera fue un mano a mano que Buffon le arrebató como un defensa, es decir, metiéndole la pierna sin necesitar tirarse al suelo. En la segunda llegó amagando peligro, y sólo supo enredarse con el balón. Y la tercera, la más fácil para un buen delantero, la envió por encima del larguero con Buffon a media salida pidiendo una vaselina por encima de su cabeza. Tres errores gravísimos que, de haber caído en otro jugador, probablemente hubieran supuesto la victoria de España. Fue un inicio agridulce, en el que se pudo ganar y perder. Y que al final acabó en empate. Justicia europea.