El mandatario azulgrana no quiso pronunciarse y mostró su tradicional cobardía para explicar los cánticos independentistas que se produjeron anoche durante el Barceloa-Spartak de Moscú: "La gente en Cataluña es muy cívica y educada. Institucionalmente, el Barça no tiene que entrar en estos temas", dijo Rosell de manera interesada.
En una entrevista para Catalunya informació, Rosell añadió que "el día que Cataluña decida que independizarse de España es lo mejor, ese día el club estará a su lado. El Barça es esl club de los catalanes y nos debemos a ellos".
Una vez más, la directiva azulgrana ha quedado retratada. Al igual que en la época de Laporta, desde el púlpito azulgrana se hace día tras dia política y se utiliza al socio y a la afición del Camp Nou para alardear de catalanismo independentista. Eso sí, cuando les interesa, nos dicen que no hay que mezclar política con deporte. Vergonzoso.
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