La caverna 'enseña' a robar al Real Madrid

El rigor periodístico de la prensa culé cada día se arrastra un poco más





Con el 'atraco' del Pizjuán bien fresco, Batlle tuvo las narices de escribir un artículo de opinión que refleja el partidismo de la prensa catalana. O eso, o realmente le tienen tan sorbido el seso que es incapaz de ver la realidad. Según el director adjunto del Sport, la remontada del Pizjuán quedará en la memoria como una de las grandes noches del Barcelona. Pero más bien debería decir que quedará como una más de las grandes vergüenzas del barcelonismo, sólo por debajo de escándalos como el de Stamford Bridge. La expulsión perdonada a Busquets, la roja injusta a Medel y la mano de Thiago en el 2-2 son motivo de orgullo para los culés. ¿Y así pretenden dar lecciones al Real Madrid? Como no sea de robar...

 

La remontada en el campo del Sevilla entrará en los anales de las grandes noches del Barça. Salir del Sánchez Pizjuán con un 2-3 cuando en el minuto 88 se perdía por 1-2 es una hazaña solo al alcance de los mejores. Pero ya no solo de los mejores futbolísticamente hablando, si no los mejores en actitud, carácter y raza. El Barça estuvo tocado, pero jamás se sintió hundido. Fuerte en el campo y bien llevado desde el banquillo, el equipo ganó porque siempre creyó en la victoria. Toda una lección al Madrid, que en este mismo campo fue incapaz siquiera de igualar un gol que le marcaron en el primer minuto.Todo un escarnio para Mourinho, que de allí donde se quejó de que no tenía equipo ha visto salir a un Barça que se ha superado a sí mismo.

 


Batlle aprovechó su artículo, además, para tratar la situación en que se encontraba la Liga antes de la visita del Deportivo al Bernabéu. Una vez concluido el partido, y como se esperaba, el Real Madrid se encuentra a ocho puntos del Barcelona y "con la soga al cuello". Según el catalán, esto se debe al trabajo "impecable" de los azulgrana, de los que asegura que han mostrado "una superioridad absoluta". Efectivamente, ha mostrado superioridad numérica, porque ha jugado con doce siempre que le ha hecho falta (ante Osasuna y Sevilla especialmente). De cara al clásico, Batlle considera que ganar al Madrid daría la Liga a los culés en octubre. Sobran las palabras.

 

La Liga está donde el Barça quería que estuviera en el momento de recibir al Madrid en el Camp Nou. Impecable en lo que dependía de él, seis victorias en seis partidos, dieciocho puntos, sensación de superioridad absoluta, e inmejorable en los imponderables, en esos ocho puntos que ya se ha dejado el Madrid a falta del partido de esta tarde contra el Depor. Si la lógica se impone, el equipo de Mourinho llegará al Camp Nou a ocho puntos del Barcelona, lo que es tanto como decir que con la soga al cuello, pues una derrota le dejaría a once puntos con menos de dos meses de competición, toda una humillación. Y once puntos, señores, con este Barça hambriento de triunfos, son muchos... Tantos, que para mí, la Liga estaría prácticamente ganada.

 

Para culminar el colmo de la desfachatez, el artículo finaliza con una alabanza a Cesc por su gran partido en Sevilla. Efectivamente, el centrocampista merece una nominación a los Oscar por su interpretación en la expulsión de Medel. De no ser por él, el Barcelona no habría ganado. Hizo que Mateu picara el anzuelo y marcó el 2-2 aprovechándose de la mano de Thiago... Sin duda, inmejorable. O no, porque además demostró su humildad y valores al término del partido en declaraciones a Canal Plus, aunque de esto no comenta nada nuestro amigo Batlle. En cualquier caso, es verdad que Cesc dará muchas alegrías al Barcelona... de momento en forma de buen teatro.

 

Hacía más de siete meses que Cesc no marcaba con el Barça, un período demasiado largo como para que los enemigos no tiraran con bala contra él. Ayer, por fin, Cesc fue el mejor del equipo y rubricó su gran partido con dos goles decisivos, de esos que van a dar la vuelta al mundo y le van a devolver todo el protagonismo en el que, dado su carácter competitivo, se mueve muy a gusto. Con confianza, Cesc es un jugador desequilibrante que dará muchas alegrías al Barça. 

 

Desde luego, si alguien esperaba un mínimo de objetividad y de análisis por parte de la caverna debe ir haciéndose a la idea de que eso no es posible. Ya han cumplido con su cometido, que es desinformar e intentar que todo el que no viera el partido crea que fue una noche épica, cuando realmente la victoria del Barcelona en el Pizjuán fue un escándalo arbitral y de malas formas culés del que no deberían estar nada orgullosos.