El valenciano no quiso valorar su actuación y se limitó a lo que escribió en el acta del choque: "No voy a comentar aspectos técnicos del partido. La expulsión a Medel forma parte del choque y no pienso comentar nada más. Tengo la conciencie muy tranquila".
Por lo visto, Mateu no sólo no está arrepentido de lo que hizo sino que además está satisfecho por el trabajo hecho. Semejantes palabras demuestran que el colegiado no tiene reparos en reconocer que está contento del ‘robo' realizado al Sevilla.
Su estilo de arbitraje va contra el fútbol. Su afán por dejar jugar y no pitar nada no fue aplicado de igual manera el pasado sábado en Sevilla. El Barcelona tenía manga ancha para hacer faltas y jugar, mientras que al Sevilla lo machacó desde el primer minuto. Mateu no deja de ser un mal árbitro que se escuda en un falso mensaje.
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