Piden dos años de cárcel para Oleguer por pegar a un polícia





La Fiscalía solicita una pena de dos años de prisión para el futbolista Oleguer Presas por su presunta participación en unos incidentes con la policía local de Sabadell (Barcelona) el 27 de septiembre de 2003 que acabaron con un agente herido.

Oleguer Presas, que jugaba en el FC Barcelona hasta el pasado año y que actualmente milita en el Ajax de Amsterdam, está acusado de un delito de atentado y una falta de lesiones por haber herido en un codo al agente municipal de Sabadell con una piedra, según indica el escrito de acusación del fiscal, presentado ante el Juzgado de instrucción número 3 de esta ciudad.

El futbolista es una de las once personas a las que el ministerio público acusa de haber participado en los incidentes con miembros de la policía local de Sabadell, a los que se enfrentaron con piedras, bolsas de basura y volcando contenedores.

El fiscal, que también pide que Presas indemnice al agente herido con la cantidad de 450 euros, asegura que el ex defensa del Barça se refugió en un bar próximo con otros jóvenes y que, cuando entró la policía, le lanzaron de nuevo múltiples objetos.

Los incidentes, según el escrito de la fiscalía, se iniciaron poco después de la una de la madrugada del 27 de septiembre de 2003 cuando varios vecinos de la calle Concepción de Sabadell llamaron a la policía por el ruido que hacían un grupo de unos 200 jóvenes que estaban concentrados ante el bar Bemba.

Once acusados

Cuando llegaron los policías, los jóvenes "adoptaron una actitud de desprecio al principio de autoridad y reaccionaron de forma violenta insultando a los agentes y lanzándoles botellas y piedras", asegura el fiscal. Al lugar de los hechos también se desplazó el alcalde de Sabadell, Manuel Bustos, y dos concejales, que fueron igualmente objeto de "vejaciones verbales".

Tras hablar los policías con el responsable del bar Bemba, el grueso del grupo empezó a dispersarse pero unos cuantos jóvenes mantuvieron "una conducta hostil, lo que obligó a reforzar la presencia de la policía", que debió intervenir cuando la situación "se recrudeció al arremeter (los jóvenes) contra vehículos estacionados, a incendiar contenedores y a arrancar señales de tráfico".

Entre quince y veinte jóvenes que se resistían a disolverse se refugiaron en un bar cercano, situado en la calle Sant Cugat, donde se atrincheraron y lanzaron vasos y botellas cada vez que intentaban entrar los agentes.

El fiscal explica que finalmente la policía consiguió acceder a este bar e identificar a las personas que habían tenido una participación más significativa en el altercado callejero, entre los que se encontraba el futbolista.

Del total de once personas acusadas por la fiscalía por estos hechos, a tres les pide dos años de prisión y, al resto, 18 meses. Los hechos desembocaron en un cruce de denuncias, pero la fiscalía pide el sobreseimiento provincial de las actuaciones judiciales para ocho agentes de la policía local de Sabadell, un agente de la Policía Nacional y el intendente de la policía local, Jordi Roviralta, al considerar que "su ejercicio profesional fue en todo momento conforme a derecho".