Los medios italianos se desayunaban esta mañana con una noticia que puede convulsionar Can Barça: la Juventus tiene como objetivo prioriario de cara a la próxima campaña a Xavi Hernández, el centrocampista azulgrana que fuera elegido Mejor Jugador de la pasada Eurocopa. Xavi tiene contrato con el club barcelonista hasta junio de 2010 y desde los despachos del conjunto bianconero se considera que puede ser un buen momento para hacerle una oferta irrechazable al futbolista para que abandone el Camp Nou.
El fichaje de Xavi no es una petición de Ranieri, sino que procede directamente de la familia Agnelli, propietaria del club, quien quiere consolidar de nuevo al equipo en la elite europea tras purgar los pecados del Moggi-gate. El pasado verano, la Juve ya intentó el fichaje de otro español, Xabi Alonso, sin éxito, y el club arrastra un gravísimo déficit de talento en el centro del campo: no existe un medio centro de garantías que ofrezca la fluidez necesaria en el juego como para optar a grandes metas.
El mayor impedimento, en cualquier caso, es la cláusula de rescisión del futbolista, de 150 millones de euros, que ya alejaron a Manchester United e Inter este verano de cualquier intento por hacerse con sus servicios. Pero la Juventus sabe que si el jugador no acerca posturas con la directiva de Joan Laporta sobre su renovación, dentro de poco más de un año podría firmar por otro club y marcharse gratis cuando acabe su contrato. Y ahí juega uin papel vital el salario que la Juventus está dispuesta a ofrecer al futbolista, entre 6 y 7 millones de euros netos por temporada, casi el doble de lo que Xavi percibe actualmente en la Ciudad Condal (3,5).
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