Dentro de ese libro, uno de los protagonistas indiscutibles sería Mascherano. El jugador argentino tiene una impunidad total a la hora de ser juzgado por los diferentes colegiados. Los que le defienden hablan de su carácter ‘canchero’ pero no hay nada más alejado de la realidad y ésta nos dice que el argentino tiene un trato preferencial con los árbitros que le perdonan infinidad de penaltis, el último, en el partido de Copa del Rey ante el Atlético de Madrid, uno más dentro de una amplia lista.
¿Alguien se piensa que si Mascherano no jugara en el Barcelona no se pasaría la mitad de los partidos expulsado por sus protestas o jugadas alejadas del reglamento? ¿Es comprensible que un futbolista que comete al menos un penalti clamoroso en cada partido no se le pite ninguno nunca?
Y no es solo eso, sino que además el jugador no tiene problemas en encararse con los árbitros cuando hay alguna jugada, en el centro del campo porque en las áreas tiene impunidad, que no le gusta. Hay muchos ejemplos desde que llegó a la liga española pero nadie se atreve a expulsarle o pitarle un penalti en contra, ¿por qué? ¿hay miedo?
Los madridistas no olvidamos que en el pasado clásico del Camp Nou al Real Madrid le robaron de forma descarada. A los dos minutos de partido, el señor Mascherano zancadilleaba a Lucas Vázquez dentro del área. Penalti de libro que no se pitó. Y poco después, con el argentino otra vez como ‘agarrador’ oficial, nuevo penalti cometido sobre Cristiano Ronaldo en un balón aéreo sobre el área culé ¡Dos penaltis de Mascherano no pitados en el clásico! ¡Y luego dicen que no tiene impunidad y que los árbitros son justos con él!
Mascherano no es más que la punta de un iceberg llamado Barcelona, un equipo al que sólo le han pitado un penalti en contra en los últimos 64 partidos de Liga que ha disputado ¡¡64 partidos con un penalti en contra!! Si ese dato lo llega a tener el Real Madrid ya saldría la prensa del nordeste peninsular y el antimadridismo rancio hablando de Franco, Florentino y demás menesteres casposos a los que se agarran los habituales llorones.
Además de todo esto, parece que Mascherano no encaja demasiado bien que le digan la verdad. Hace pocas fechas, en una entrevista para Antena 3 con motivo de una jornada de Champions League, al futbolista se le preguntaba por la cantidad de penaltis que cometía (y que no le pitaban) y no pareció gustarle mucho. De hecho, calificó de “genios” a todos aquellos que hablaban de las penas máximas que hacía porque lo comentaban a través de la pantalla. Quizá habría que decirle a Mascherano que los genios no somos los que denunciamos el trato de favor a nivel arbitral que tiene, sino que los ‘brutos’ son los árbitros que no se atreven a pitar una serie de penaltis vergonzosos y descarados en los que él siempre tiene la culpa pero de los que termina escapándose de rositas.
Como suele suceder cada vez que se habla de un jugador culé, la prensa siempre suele mirar para otro lado. Los medios son especialistas en proteger a Mascherano, sin embargo, no tienen ningún reparo en atizar a Sergio Ramos o Pepe por el simple hecho de ser futbolistas del Real Madrid ¿Hasta cuándo vamos a tener que soportar esta vergüenza?
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