¡La Caverna pide inmunidad para las sucias provocaciones de Neymar!

En Barcelona aseguran que el brasileño es el más "maltratado" por los árbitros


Neymar se encara con Carlos Vela

Neymar se encara con Carlos Vela




El diario 'Sport' ha salido este jueves a la carga y ha publicado un artículo en el que asegura que el brasileño es el jugador "más maltratado por los árbitros". Justifican tal afirmación con las tres tarjetas amarillas que ya ha visto en la Copa del Rey, así como con las cinco que también se le han señalado en la Liga. Y es que a la prensa antimadridista les sorprende que ya haya tenido que cumplir ciclo en estas dos competiciones y que acumule 11 amarillas en solo 26 partidos oficiales.

Así pues, están vendiendo lo de siempre: una supuesta conspiración arbitral para 'crucificar' a su estrella. Para ellos que no haga muchas faltas implica que automáticamente sea un jugador limpio. E incluso justifica esos arranques de ira que le caracterizan cuando "protesta por algunas de las entradas que recibe y que no son castigadas, o por encararse con sus agresores, muchas veces con razón". Vamos, que como le hacen muchas faltas parece que tiene justificación para responder como lo crea oportuno e incluso para iniciar tanganas.

Mientras para ellos todo es resultado de una supuesta injusticia y de una cruzada contra el '11', para el resto del mundo simplemente es una cuestión de lógica. Porque no puede ser una casualidad que Neymar sea tan amonestado en España y en Europa. Los hechos demuestran que es un jugador polémico, provocador y marrullero que busca el encontronazo físico en cuanto puede y que no duda en humillar al rival si tiene oportunidad. Y es que tiene mucho que aprender aún de su compañero Iniesta, o de los valores que transmitió Puyol en su momento.

Desde luego, mientras le sigan victimizando así Neymar continuará comportándose igual. Lo que equivale a hacerle un flaco favor, ya que a sus casi 25 años ya va siendo hora de que madure de una vez. Si el brasileño solo se dedicara a jugar y se olvidara de encararse con todo el mundo las cosas le irían mejor y probablemente los rivales le harían menos faltas. Pero su problema es que le va la 'marcha' y le encanta tirar la piedra para luego esconder la mano y hacerse el 'pobrecito'. Y el resultado es el que es, un gran jugador que deja mucho que desear en el aspecto deportivo.