5. Lo que importan son los resultados, no el esquema
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Zidane ha estado en todas las listas de candidatos a mejor entrenador del año pasado y algún premio ha ganado, sobre todo en Francia. Una candidatura y unos galardones logrados más por los títulos y la gestión del vestuario que por su mano en el equipo. Es cierto que el Real Madrid ha ganado mucho a balón parado, pero también es verdad que cada vez que Zidane ha querido variar el esquema, el dibujo heredado de Ancelotti, ha fracasado de manera estrepitosa. El 4-3-3 del italiano es el esquema de este Real Madrid condicionado por la BBC. Zidane ha querido poner su sello de entrenador cuando algún componente de su tripleta ofensiva ha faltado y, como a Carlo Ancelotti, le ha ido muy con el 4-4-2. Cuando ha querido salirse de ahí, sus experiencias han salido muy mal. La primera de ellas fue en Sevilla, en el Pizjuán, en el partido de Liga. Tras dos enfrentamientos coperos, Zidane quiso variar y sacó una defensa de tres con cinco centrocampistas –dos de ellos laterales– y dos puntas. El Madrid comenzó bien, pero acabó perdiendo tras 40 partidos sin hacerlo. A pesar de eso, Zidane no achacó al nuevo sistema la derrota. Así, volvió a echar mano de la defensa de tres en Vigo en la vuelta de los cuartos de final de Copa. Un partido en el que el Madrid debía remontar el 1-2 de la ida. Esta vez, el Madrid no perdió, empató en los minutos finales, lo que significó su adiós a la Copa. Un partido en el que el Celta dejó en evidencia el sistema defensivo de Zidane. El entrenador lo volvió a intentar ante Osasuna en Pamplona y otra vez fue un desastre. El Madrid esta ba descolocado, sin llevar el mando del partido y sufriendo a un Osasuna que llegaba con mucha facilidad a la meta de Keylor. En Pamplona, Zidane reaccionó y cambió al 4-4-2 tras la lesión de Danilo. El Real Madrid mejoró muchísimo y acabó ganando el partido. Tras el partido, Zidane reconoció que era necesario ese cambio de sistema y parece que, por ahora, seguirá usando el 4-3-3 de Ancelotti y no hará más pruebas. |
Respuesta del Infiltrado: El Real Madrid sigue ganando, pero en Barcelona prefieren fijarse en cómo lo hace. Zinedine Zidane ha hecho algunas pruebas en los últimos partidos al recurrir a los tres centrales a y los dos carrileros. Esto es algo que no le ha salido del todo mal, ya que aunque lo probó en Sevilla con un mal resultado (2-1), se puede decir que el equipo jugó bastante bien y solo acabó perdiendo por dos errores puntuales en los últimos minutos del partido. Y posteriormente logró un empate a dos en Vigo en la vuelta de la Copa, un resultado que no valió para remontar, pero que llegó tras una buena imagen del Real Madrid.
Y el pasado fin de semana se repitió la historia en Pamplona. En El Sadar el Real Madrid no jugó bien con el 3-5-2, pero ganó el partido y mantuvo su ventaja sobre el Barcelona en la clasificación de la Liga. Así que no fueron unas pruebas fallidas, ya que el equipo logró su objetivo primordial, que no era otro que sumar otros tres nuevos puntos. Pero como era de esperar, en Barcelona se han quedado con la lectura negativa y ya se han atrevido a "suspender" al entrenador merengue en pleno mes de febrero.
Si son felices haciéndolo, pues adelante. Pero que no olviden quién es el líder de la Liga con un punto de ventaja y dos partidos jugados menos. Porque eso es lo que realmente importa y, desde ese prisma, solo da motivos al madridismo para que esté contento su entrenador. Que luego este haga más o menos pruebas y que estas le salgan mejor o peor es secundario mientras que el Real Madrid siga ganando los partidos. Y así ocurrió en Pamplona, así que por parte de la afición merengue no hubo ni un solo motivo para rechistar.
En la capital ya se sabe que, si por el barcelonismo fuera, Zidane estaría desde hace meses lejos del club blanco. Y eso es el mejor aval que puede tener el francés, ya que en la casa del eterno rival siempre le desean lo peor al madridismo. Si en Barcelona atacan al técnico madridista y le suspenden significa que en realidad lo está haciendo tan bien que les incomoda mucho. Así que el de Marsella solo tiene que seguir igual que hasta ahora: tomando decisiones tácticas y mostrando valentía a la hora de llevar el equipo, porque eso demuestra que es un entrenador con 'cintura' y capacidad para sorprender a sus rivales.
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