Mascherano, el mejor ejemplo de cómo roba el Barcelona

Los números del argentino en el Barcelona y en el Liverpool o con Argentina no tienen nada que ver.


Mascherano, penalti, Lucas

Penalti de Mascherano a Lucas




Ya sabemos cómo funciona esto, como diría Piqué. El ‘jefecito’ pasó de ser uno de los jugadores considerados más sucios de Europa durante su etapa en el Liverpool a ser un jugador al que se lo perdonan todo en el FC Barcelona. Los números del futbolista argentino reflejan cómo los árbitros han sido mucho más suaves con él en España y en Europa desde que juega en el equipo azulgrana. Cuando jugaba en el Liverpool, no tenían piedad de él y con la albiceleste ha sido siempre uno de los jugadores más castigados, algo que no sorprende a los que le conocemos…

El triple de partidos, sólo el doble de amonestaciones

No hay más que ver el saldo de cartulinas amarillas de Mascherano en el Barcelona y el Liverpool para comprender cómo los árbitros no le tratan igual en la Liga que en la Premier League. En el FC Barcelona ha sido amonestado un total de 70 veces en 311 partidos hasta la fecha, lo que equivale a una amarilla cada 4’4 partidos. En el Liverpool, veía una amarilla cada 4’6 encuentros, viendo 30 en un total de 139 partidos con los reds. En el Barcelona tiene una media de amonestaciones ligeramente superior, pero viendo que ha disputado casi el triple de partidos resulta sorprendente que no sea mucho más alta.

En cualquier caso, lo realmente sonrojante es el balance de cartulinas rojas. La comparación resulta dantesca, teniendo en cuenta que en el Barcelona ha sido expulsado cada 62 partidos, mientras que en el Liverpool vio la roja cada 46 encuentros. Una diferencia abismal que refleja hasta qué punto tiene protección uno de los jugadores más sucios que hay en la Liga. Debería terminar expulsado más de la mitad de los encuentros, pero sólo le ha pasado cinco veces en 311 partidos. ¡De locos!


Con la albiceleste, su peor pesadilla

Los números con Argentina son los que muestran la verdadera cara de Javier Mascherano. El jugador culé ha sido amonestado hasta en 38 ocasiones en 127 encuentros (oficiales y amistosos) jugados con su país. Cada 3’34 partidos veía una amarilla, lo que refleja que en el Barcelona necesita un partido más para ver las mismas cartulinas. En cuanto a rojas, ha sido expulsado cada 42 encuentros jugados con la albiceleste. Una diferencia de 20 partidos para ver la roja con el Barça

Las estadísticas no engañan y expresan claramente que el futbolista ha sido siempre más duramente castigado cuando ha jugado con Argentina o con el Liverpool que durante su etapa en el FC Barcelona, en la que parece ser un santo. Esto nos quieren hacer creer los gurús del periodismo deportivo, que alaban las cualidades de Mascherano, que evidentemente las tiene, pero nunca señalan que también tiene defectos, entre los que destaca con claridad su violencia.

Los penaltis, un caso aparte

Durante la estancia de Mascherano en Anfield, el argentino cometía penaltis de forma muy habitual. La brusquedad del centrocampista, reconvertido en central en el FC Barcelona, siempre le dio muchos disgustos. Hasta que llegó al Barcelona. Esta misma temporada podemos poner hasta cuatro ejemplos con sólo mirar dos partidos: el Clásico del Camp Nou y el partido ante el PSG de hace unos días. En ambos choques cometió dos penaltis y ninguno fue señalado, a pesar de que la claridad de éstos fue en aumento.

¿Qué más se puede decir? Al Barcelona no le señalan penaltis al mismo ritmo que al resto, no le expulsan jugadores al mismo ritmo que al resto y sus futbolistas ven las amarillas a un ritmo menor que los demás equipos. Es un hecho demostrable. Mascherano es uno de los jugadores que más beneficios han sacado de esta tendencia, aunque no es el único. Luis Suárez también tiene el favor arbitral, impunidad total para agredir de todas las formas posibles sin que los colegiados digan lo más mínimo. Jugar siempre con red es mucho más fácil. Por suerte o por desgracia, el madridismo está acostumbrado a esto y sabe que para ganar tiene que hacer frente a todos estos factores…