Una vez más los árbitros. El Real Madrid podría estar hoy a una victoria (o un empate) en Balaídos de ser campeón de Liga de no ser porque el colegiado del partido del Barcelona no tuvo el suficiente valor y la suficiente ética profesional para expulsar a Digne cuando se lo ganó con creces. Primero con un derribo a Jesé en el minuto 6 de partido, cuando el canario se disponía a encarar a Ter Stegen. González González sólo le sacó amarilla, provocando la ira de los jugadores de Las Palmas y de los aficionados.
Posteriormente, el propio Digne, ya con amarilla, golpeó en la cara a Viera en un salto. Debió ver la roja directa, pero ni siquiera recibió la segunda amarilla que también habría dejado con 10 al Barcelona. Las dos acciones llegaron con empate a cero en el marcador, lo que hace todavía más grave lo ocurrido. El Barcelona, una vez más, se ve beneficiado por los arbitrajes. Villar, Sánchez Arminio y compañía todavía no han dicho su última palabra en esta Liga. Mucho cuidado.
Advertencia del club a la plantilla
En el Real Madrid andan con la mosca detrás de la oreja con esta situación. En el club blanco están convencidos de que los arbitrajes en los últimos dos partidos que le quedan al equipo de Zidane van a ser muy malos y que los jugadores van a tener que llevar mucho cuidado con lo que pasa sobre el terreno de juego. Undiano Mallenco ya desesperó a los blancos ante el Sevilla, y desde la cúpula madridista aconsejan a Zidane que trabaje mentalmente a la plantilla para enfrentarse a arbitrajes muy caseros en las dos salidas que quedan. En el recuerdo, las Ligas de Tenerife y cómo los árbitros favorecieron aquellos tropiezos.
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