¡Piqué rabió por su tarjeta y acusó al árbitro de premeditación!

Gerard Piqué acusó a Undiano Mallenco de haber decidido antes del partido amonestarle para ser sancionado


Gerard Piqué, ndiano Mallenco

Gerard Piqué se dirige a Undiano Mallenco




Piqué vive en su mundo y no le importa lo que de verdad ocurra en el mundo real y por eso tiene rabietas de niño pequeño de manera lamentable cuando le pasa algo que no le gusta, como es el caso de la amarilla que vio ante el Leganés y que le obliga a perderse el partido ante el Valencia.

“¡No me digas que no la tenías apuntada!”, le dijo Piqué a Undiano Mallenco, tal y como captaron las cámaras de #0, cuando el árbitro del Leganés-Barcelona le sacó una tarjeta amarilla en la primera parte que suponía la quinta en la Liga y que le acarreaba al central culé un partido de sanción.

Pero es que Piqué siguió gritando a Undiano Mallenco, al que acusaba de haber premeditado amonestarle a la más mínima ocasión para conseguir que al central del Barcelona le sancionasen con un partido y se perdiera el duelo ante el Valencia, en el que se miden el líder y el segundo de la clasificación.

Lo increíble es que a pesar de estas graves acusaciones Undiano Mallenco prefirió hacer oídos sordos y pasar de las provocaciones de Piqué, y eso que cuando el colegiado pitó el final de la primera parte el central del Barcelona volvió a quejarse mientras se marchaba al vestuario.

Piqué está tan acostumbrado a la impunidad del Barcelona en la Liga que cuando le cae la quinta tarjeta amarilla en el campeonato se enfada por tener que cumplir un partido de sanción e insinúa que hay una conspiración en su contra y en contra del club culé para perjudicarles.

Lo peor de todo es que encima Piqué se cree que los árbitros van a por él y que perjudican al Barcelona y mira para otro lado cuando a un jugador del Real Madrid le rompen la nariz de una patada dentro del área y los árbitros no se atreven a pitar penalti. Ver para creer.

ENFADO DESCOMUNAL EN EL REAL MADRID POR EL 'ROBO' EN EL WANDA
En el Real Madrid están que 'trinan' con lo ocurrido en la noche del sábado en el Wanda Metropolitano. Los blancos fueron superiores y buscaron mucho más la victoria que su rival, pero se quedaron sin marcar por una mezcla de su propio acierto y de la incompetencia del colegiado. Porque aunque es evidente que el equipo merengue hizo cosas mal, también es cierto que fue víctima de uno de los mayores 'robos' de las últimas temporadas.

El balance que dejó el choque se puede hacer rápidamente: hasta tres penaltis no señalados (uno de Lucas a Sergio Ramos, otro de Torres a Nacho y una mano de Godín en su área) y dos expulsiones perdonadas (a Lucas por doble amarilla y a Savic por durísima falta a Kroos) al Atlético de Madrid. Fueron hasta cinco lances importantes y otros menores (como la agresión de Correa a Benzema al darle un balonazo en la cabeza cuando estaba en el suelo) en los que el árbitro Fernández Borbalán no hizo nada. Y lo peor de todo es que con este colegiado el madridismo ya tenía la mosca detrás de la oreja antes del partido.

Así, según informa este domingo el diario 'Marca' el enfado del Real Madrid es de los que hacen época. En el club mantienen su política de callar y no quejarse públicamente de los arbitrajes, pero la situación está haciendo que los dirigentes blancos se estén mordiendo ya tanto la lengua que casi se están haciendo sangre. Y es que entienden que esta temporada está quedando más claro que nunca que el saldo arbitral favorece al Barcelona en la pelea por la Liga.

Entre el madridismo existe la sensación que tras ganar el título de la pasada temporada ahora hay una tendencia arbitral a favorecer a los culés y perjudicar al equipo blanco para que estos últimos no logren su segunda Liga consecutiva. En las oficinas de Chamartín manejan ya informes con más de una decena de penaltis escamoteados en lo que llevamos de temporada. Lo que lógicamente se traduce en puntos perdidos y en esta terrible desventaja de diez puntos con los de Valverde.

Por eso, escándalos como el del Wanda solo sirven para reafirmar al Real Madrid en su postura respecto a este asunto. En el club apoyan la decisión de implantar el VAR la próxima temporada, si bien no acaban ahí sus peticiones. También piden más transparencia a la hora de trabajar con los colegiados, ya que quieren que las designaciones de árbitros para las jornadas sean puramente por sorteo y que el sistema de puntuaciones y valoraciones sea algo público. Medidas que, en definitiva, pretenden acabar con el ocultismo imperante en el fútbol español, y que en pleno siglo XXI sigue siendo sospechoso e incomprensible.