Tras ese infausto día su carrera no tuvo mucho más recorrido, ya que se vio obligado a retirarse prematuramente por la tremenda presión que sufrió a consecuencia de su 'ayuda' al Barcelona. De hecho, 9 años después de lo sucedido no esconde en una entrevista para 'Marca' que ese día fue el peor de su carrera como colegiado. "No, no estoy orgulloso de lo que ocurrió. No fue mi mejor día, la verdad. Pero esos fallos los puede cometer un árbitro, como un jugador o un entrenador" ha asegurado.
Y es que el noruego admite que "en ese partido hubo varios errores y todo el mundo tendrá su opinión de esas jugadas. Pero, insisto, los futbolistas y los entrenadores también fallan. Yo estoy orgulloso de haber tenido una larga carrera y haber estado en la élite europea un tiempo. Por eso no se puede recordar mi carrera por solo ese partido, aunque alguna gente lo hace... desafortunadamente". Y en concreto se ha referido a las manos de Piqué y Eto'o en el encuentro: "sí, fueron situaciones de manos. Yo las juzgué en el campo y creo que ya no interesa saber lo que opino de ellas una vez juzgadas, aunque entiendo que haya gente que opine distinto a cómo yo las arbitré".
Así, Ovrebo no ha querido valorar directamente las jugadas a pesar de admitir que se equivocó en algunas de ellas. Aunque ha dejado claro que su actuación no se debió a la presión, ya que considera que por entonces estaba "acostumbrado" a ella. "Simplemente ves las jugadas de forma distinta" ha explicado, antes de afirmar que ningún jugador culé le agradeció sus ayudas. "No, tras el partido no hablé con ningún jugador. Abandoné el campo con dignidad, aunque después tuvimos que cambiar hasta de hotel y hubo mucha gente hostil contra nosotros. Tuvimos que cuidarnos ese día y el siguiente" ha recordado.
Dar normalidad a uno de los peores arbitrajes de la historia
Y al ser preguntado sobre si admite que se pueda considerar su actuación como la más escandalosa de la historia de la Champions, el noruego indica que no está de acuerdo con ello, aunque asegura resignado que no puede "cambiar la opinión de la gente. Pero sería interesante preguntarle a los hinchas del Real Madrid que, si hubiera sido a favor de su equipo, en vez del Barça, si ahora opinarían lo mismo de mí. Yo respeto la forma de pensar de todos". Aunque eso sí, inmediatamente después ha vuelto a reconocer que "es verdad que hubo errores en el partido y que quizá influyeron luego en el resultado, pero son cosas que pasan. Luego lo ves por la tele y dices: '¡Por Dios, me he equivocado en ese penalti o en esa expulsión!'".
Por ello no esconde que si hubiera pitado de otra forma "quizá el Chelsea se hubiera clasificado para la final, nunca lo sabremos. Tomé algunas decisiones y no fueron las mejores". Y se muestra partidario de implantar el VAR en el fútbol: "si lo hubiéramos tenido entonces no creo que estuviéramos ahora, 9 años después, hablando de ese partido, porque algunas de mis decisiones hubieran cambiado. Por lo tanto creo que es positivo que el arbitraje sea más justo. Soy positivo con el VAR".
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