"Hablé con Luis Enrique y le comenté que mi decisión estaba tomada. Fue una etapa muy bonita. Ahora me quiero centrar en el Barça", ha comentado Piqué en la rueda de prensa previa al partido de la Supercopa de España que Rubiales se ha llevado a Tánger.
Piqué ha sido un quebradero de cabeza para la selección. Siempre polémico, el culé ha sido capaz de escupir a un directivo de la Federación por la espalda, mofarse de Sergio Ramos, también por la espalda y a traición en plena celebración por el Mundial o estar a punto de fastidiarnos la Copa del Mundo que se terminó ganando en Sudáfrica por un penalti tonto y absurdo contra Paraguay que nos habría dejado fuera. Una pena máxima que, por cierto, repitió en el pasado Mundial ante Rusia y nos costó un empate que terminó siendo derrota.
Luego está su nulo cariño por el país al que decía representar. Fomentando votaciones independentistas ilegales y luego poniéndose la camiseta nacional como si de un disfraz se tratara. No lo sentía, sólo lo hacía para engordar su cuenta corriente, ganar prestigio internacional y aumentar su ego personal. Por todo ello, hoy es un gran día, Piqué deja oficialmente la selección y ahora empezará a mostrar su verdadera cara, la misma de su colega Guardiola, el tipo que chupó del bote de la selección mientras pudo y de la que ahora reniega como país ¡Gracias y no vuelvas nunca!
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