Florentino y el Madrid dan una nueva lección al mundo

Excelente organización de la Final de Libertadores que se resuelve sin incidente alguno


Juan Quintero, River, gol, Final Libertadores

Juan Quintero, River, gol, Final Libertadores




Durante todo el fin de semana, Madrid ha sido la fiesta del fútbol argentino. El despliegue de seguridad ha funcionado a la perfección. Las aficiones apenas se han mezclado y, quiénes lo han hecho, se han comportado con una corrección exquisita. El conjunto madridista, junto a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, ha organizado en tiempo récord un dispositivo récord que se ha convertido en la envidia del fútbol.

Nadie apostaba por ello, hasta el más optimista creía que las calles de la Capital de España se iban a convertir en una batalla campal entre los hinchas de Boca y River. Nada más lejos de la realidad. En el estadio, un triple anillo de seguridad hizo imposible que los aficionados introdujeran objetos peligrosos al interior del recinto. Previamente, los 'barras bravas' más violentos y peligrosos fueron deportados a Argentina. Madrid y España disfrutaron de la pasión más sana de Argentina.

Sobre el césped, River Plate fue mucho mejor. Los 'millonarios' quisieron, jugaron, atacaron y, finalmente, obtuvieron el premio más deseado. Quintero se coronó en el mejor estadio del mundo, Palacios brilló en su futura casa y el 'Pity' Martínez remató la faena con una cabalgada al estilo Raúl en Saint-Denis. Boca tuvo la Copa tres veces en la mano pero no supo retenerla. Ganó River pero, sobre todo, ganó Madrid y el Real Madrid...