Suspenden la Liga uruguaya





"No están dadas las condiciones para que se juegue al fútbol de manera normal", señalaron a Efe fuentes de la AUF para explicar la medida.

La decisión fue tomada por el presidente de la Asociación Uruguaya, José Luis Corbo, abogado de profesión, agregaron los informantes. En principio la suspensión abarca el próximo fin de semana y se retrasa en siete días la disputa de la duodécima jornada, "pero después se evaluará el clima y la fecha de reanudación", agregaron los informantes.

Violencia extrema

El asunto de la violencia en el deporte, en especial en el fútbol, fue analizado hoy por el presidente uruguayo Tabaré Vázquez, en su reunión semanal con el Consejo de Ministros, informaron fuentes oficiales.


El senador Julio Lara, presidente de la Comisión de Deporte de la Cámara de Senadores, anunció que su partido, el Nacional o "Blanco", principal de la oposición, convocará al Parlamento a la ministra del Interior, Daisy Tourné, para que explique la inacción de los policías en los incidentes. "Llevamos tres años trabajando con una cantidad de gente, incluso directivos de los clubes, en el tema de seguridad y en los papeles todo está bien, pero en los hechos la violencia sigue", destacó el legislador.

Unos doscientos seguidores del Nacional y el Danubio invadieron el campo de juego del segundo al finalizar el partido, que fue considerado una final anticipada por enfrentar al primero y segundo en la clasificación, que se disputó con campo colmado por unas 7.000 personas y en un clima normal.

Al terminar el encuentro y mientras los futbolistas del Danubio celebraran en el campo, un grupo de seguidores violentos del Nacional rompió la valla de protección detrás de una de las porterías e invadió el campo.

Seguidores radicales del Danubio hicieron lo propio y cerca de doscientas personas, muchos de ellos jóvenes, se enzarzaron en una riña generalizada, en la que utilizaron hierros de las porterías, bastones de las banderolas del tiro de esquina y otros objetos contundentes.

Policías y grandes problemas de seguridad

La policía mantuvo una postura pasiva y recién después de varios minutos de incidentes reprimió a los seguidores más violentos del Nacional en una de las tribunas del estadio.

"La verdad es que si no hubo un muerto o más fue sólo por casualidad", afirmó el presidente del Danubio, Arturo Del Campo.

"Antes del partido las autoridades de la Policía decidieron que 160 policías se encargaran de la seguridad y Danubio, a su coste, contrató otros 40 policías para dar aún más tranquilidad", señaló el directivo. "Pese a ello la policía actuó mal. Con un operativo medianamente inteligente no debió pasar nada", afirmó Del Campo.