Empezó jugando en el Santos a los diez años y con el tiempo fue convocado por su entrenador para entrenarse con el objetivo de conseguir la Copa Libertadores que tuvo lugar hace un par de años en Perú.
Hace unos días, consiguió que el Bernabéu brillara como nunca y que fuera aclamado por los madridistas al grito de “Rayo”, como le llamaban en Santos. Con sus espectaculares jugadas consiguió colar la pelota en el minuto 4 y también en el 7, dando un inicio de partido tan emocionante contra el Galatasaray que tanto en el estadio como por las redes sociales se sentía la pasión y la ilusión del buen fútbol, donde fue muy reconocido por su gran trabajo con mensaje de alabanzas y centenares de felicitaciones.
No obstante, como dice el refrán, no hay dos sin tres y quiso regalar a la afición un cierre de partido por todo lo alto, dando el tercer gol en el último minuto justo unos instantes antes de que el silbato del árbitro sonara tres veces indicando el final de un partido que será recordado por mucho tiempo.
Veremos si Rodrygo sigue las andadas y supera a Cristiano Ronaldo que, desde que se endosó en 2009 el 7, como número de buen augurio en la camiseta, no dejó de batir récords con el Real Madrid. Él mismo ha confesado que ha conseguido cumplir un sueño escuchando al Bernabéu corear su nombre, pero que se encuentra paciente y tranquilo y con ganas de seguir consiguiendo triunfos.
Sin embargo, Zidane le dejó descansar en el banquillo este último partido sin saber muy bien las razones de su decisión, aun así el equipo siguió triunfando como suele ser habitual. Y, aunque la intervención de Goes fue espectacular y haya dado a conocer en el campo su madera de poder llegar a ser una gran estrella del fútbol, los expertos critican que es demasiado pronto para tratarle de leyenda o ídolo en este deporte y que, aunque haya tenido una noche gloriosa, no es merecedor de ser comparado con otros grandes del fútbol que han jugado en el mismo equipo y que son conocidos mundialmente como es el caso de Cristiano o el propio Zidane, entre otros.
Así pues, cabe destacar la humilde actitud que ha mostrado el joven jugador tras todos los comentarios y gritos victoriosos, en su gran mayoría positivos, que recibió al finalizar el tiempo de juego. Se ha mostrado tranquilo y sin ninguna respuesta que retrate su ego y sin regodearse en la euforia, simplemente se ha sentido tranquilo y calmado, como si no hubiese hecho nada extraordinario durante el partido. Nada más que jugar a fútbol de la mejor manera que sabe.
Por tanto, habrá que darle tiempo al joven Rodrygo para que, partido a partido, trate de demostrar a todo el mundo el jugador que lleva dentro y, así pueda llegar a formarse y crecer como uno de los grandes durante su estancia en un equipo tan influyente como es considerado el Real Madrid. Por ahora ha dado un fuerte primer paso que le ha ayudado a hacerse visible y a estar en el punto de mira de los medios de comunicación.
Si este jovencísimo futbolista, madridista en este momento, va a ser uno de los jugadores más reconocidos de todos los tiempos y va a realizar las mejores jugadas durante los próximos partidos, no es un hecho que se pueda asegurar a pesar de su gran estreno de temporada. No obstante, habrá que estar alerta y muy pendientes de sus pinitos para poder valorar su talento y celebrar sus triunfos con él.
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