Hay dos casos en estos momentos en el club catalán que son sangrantes. Por un lado, Rakitic, que se quiere ir al Sevilla en verano, y por el que no podrán sacar más de 15-20 millones al entrar, además, en su último año de contrato.
Por si esto fuera poco, conviene recordar que este verano la Juventus daba más de 40 ‘kilos’ por el croata y al final no van a sacar ni la mitad. Terrorífico.
Y luego está el caso de Coutinho, que costó 160 millones, y ahora nadie en Europa está interesado en comprarle. El Bayern no quiere quedárselo y en Inglaterra tampoco arden en deseos de contratarlo. Su ex equipo, el Liverpool, no quiere saber nada de él tras el pastizal que le sacó al Barcelona y por la manera rastrera en la que se fue (La gran verdad: el Barcelona no gana ni un solo euro echando a Coutinho)
Rakitic y Coutinho son dos operaciones ruinosas para los culés en términos económicos y que demuestran lo pésimos negociantes que son en el Camp Nou.
Y es que parece evidente que con tener contento a Messi a base de renovaciones millonarias, Bartomeu y su gente ya están contentos pero no se dan cuenta del agujero que tienen a sus espaldas y que, además, están enemistados con media Europa por su forma de intentar llevarse a los jugadores: el Liverpool (Coutinho) o el Dortmund (Dembelé) pueden dar fe de ello.
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