El Barça le hace un favor al Madrid y los de Zidane dormirán líderes hasta el sábado

El partido entre FC Barcelona y Real Sociedad era un partido muy interesante tanto para el aficionado neutro, como para el aficionado madridista. Un duelo de altos vuelos que se iba a decidir por pequeños detalles. El líder visitaba el Camp Nou en busca de los tres puntos. El Madrid estaba muy atento. 

El partido empezó con el guion habitual en Can Barça. El Barcelona con la posesión y la Real en busca de los contraataques a través de Januzaj y Portu. El juego del Barça era demasiado plano y las llegadas del equipo vasco eran menos cuantitativas, pero más cualitativas. Muy cómodo la Real sobre el verde. 

El partido estaba a punto de sobrepasar la media hora de partido, cuando Willian José adelantaba a los suyos. Centro de Portu al segundo palo y ahí aparecía el killer brasileño para marcar el primero del partido. La alegría para los de Alguacil iba a ser efímera, ya que tres minutos después Jordi Alba igualaba la contienda. El lateral la recibe en la frontal del área y con la pierna menos hábil, la manda a la escuadra de la portería defendida por Remiro. El Barcelona se vino arriba y De Jong adelantaba a los suyos a portería vacía a dos minutos para el final de la primera parte. 

El conjunto blaugrana empezó la segunda parte mucho más 'enchufado' que la Real y las ocasiones en la portería de Remiro se sucedían. El partido de Antoine Griezmann estaba siendo bastante bueno, pero lo fallaba todo. El francés sumaba ocasiones, pero todas erradas. El Barça perdonaba y la Real se mantenía con vida. Poco a poco la Real fue creciendo de la mano de Mikel Merino. El Barcelona reculaba y los blanquiazules avanzaban. 

El partido llegaba a la recta final y el Barcelona apenas sufría en defensa. Sin embargo, a partir del setenta los donostiarras subieron una marcha y los culers empezaron a 'achicar' agua. Mucha fatiga e imprecisiones en los minutos finales del partido por parte de ambos equipos. La Real perdonaba en numerosas ocasiones ante Ter Stegen y los aficionados barcelonistas respiraban.