El Barça más ridículo: burofax de Messi, Suárez despedido por teléfono y lo de Heurtel, la guinda
El club azulgrana se ha convertido en un auténtico polvorín en los últimos tiempos.
Presumen de valores y, a la hora de la verdad, demuestran ser uno de los clubes más despreciables de Europa. El FC Barcelona se encuentra a la deriva, en plena crisis económica, e incluso humana. Parece que Bartomeu no era el principal problema como muchos creían y que, en realidad, se trata de una cuestión bastante más profunda (y difícil de resolver).
Ni en una película de terror aparecen secuencias tan tenebrosas como las siguientes. El mejor jugador del equipo, Leo Messi, pidió salir del club a través de un burofax. Le retuvieron en contra de su voluntad y, por mucho que hagan ahora, el argentino tiene claro que se marchará en cuanto acabe su contrato el próximo mes de junio.
Luis Suárez, uno de los máximos goleadores del club, fue despedido por teléfono y de muy malas maneras. El mejor amigo de Messi se tuvo que ir a última hora y por la puerta de atrás. Encima casi regalado y a un rival directo como el Atlético de Madrid.
Sin olvidar que, poco antes, Setién también fue despedido tras el famoso 2-8 del Bayern de Múnich en Champions. Y unos meses después, por el circo montado, Bartomeu presentó su dimisión y dejó al club al mando de una Junta Gestora.
Pero la guinda del pastel llegaría a dos días de Navidad. Los encargados del área de baloncesto tuvieron la inhumana idea de dejar 'tirado' en Estambul a un jugador de la plantilla porque estaba negociando con el Real Madrid. No le dejaron subirse al avión como venganza.
No se recuerda algo así (y menos en un contexto de pandemia global) en toda la historia del deporte. Thomas Heurtel no pudo viajar con sus compañeros de vuelta a Barcelona, dónde se encontraba su familia, por negociar un posible fichaje con el Madrid. Y luego presumen de valores.
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