Es vergonzoso: la agresión de Messi pasó de largo y se habla del penalti inexistente a J.Alba

El argentino golpeó a Jordán y no obtuvo ninguna tarjeta, mientras que el hispalense vio la amarilla.

Agresión Messi
Agresión Messi
Blanca García | 11-02-2021

El FC Barcelona se vi anoche las caras con el Sevilla en el partido de ida de las semifinales de la Copa del Rey en el Sánchez-Pizjuán. Los hispalenses lideraron el encuentro gracias a los goles de Koundé y Rakitic. De momento, los andaluces tienen ventaja para pasar a la final del campeonato, pero todo se decidirá el próximo 3 de marzo en el Camp Nou. La noche dejó varias actuaciones polémicas que, como habitualmente ocurre, beneficiaron a los culés. Algunas faltas claras pasaron desapercibidas en un encuentro de tal calibre. 

A lo largo de todo el partido, el Barça tan solo vio una tarjeta amarilla hacia Jordi Alba. Por su parte, los sevillanos llegaron a acumular tres sanciones. El gran beneficiado del encuentro fue Leo Messi, ya que el argentino se tomó toda la libertad para agredir a sus rivales sin tener consecuencia alguna. El colegiado protegió al atacante. ('Zasca' del siglo a los culés al hablar de "acoso" a Messi: 55 portadas suyas de Neymar y el Barça). 

Messi le dio un codazo a Jordán con toda la tranquilidad posible y no vio sanción por ello. La acción era merecedora de una tarjeta roja para el ’10’ culé, no para el centrocampista del Sevilla. Aún así, Mateu decidió mostrarle la amarilla al jugador del Sevilla. El árbitro actuó injustamente dándole al culé la oportunidad de continuar su labor sobre el terreno de juego. No se amonestó en ningún momento su agresividad, mientras que al resto de futbolistas le castigaba una y otra vez.

Resulta sorprendente como un jugador puede golpear en la cara a su rival y continuar su labor sobre el terreno de juego. En este caso la jugada es aún más increíble, pues el árbitro se entrometió entre ambos para mostrarle la amarilla al agredido y no al agresor. Así es como se las juega el Barcelona cuando aparece en escena Leo Messi. 

Los culés son insaciables y todavía reclamaban más injusticias descaradas en Sevilla. Aún con todo, los pupilos de Koeman no lograron ponerse por delante en el marcador ante un rival golpeado por la agresividad de los catalanes.