El jugador número 12 volvió a dar la cara por el Barcelona cuando más falta hacía. En esta ocasión fue Gil Manzano el brazo ejecutor. Sí, aquel pobre hombre al que llegaron a acusar de madridista, de vestir la camiseta del Real Madrid en sus ratos libres. Ese mismo es el que le ha pegado un ‘mangazo’ en toda regla al Valencia en el Camp Nou.
El partido marchaba con 1-1 en el marcador y se acercaba el descanso. El Valencia había empezado ganando y eso parece que a Gil Manzano no le había sentado bien.
Primero dejó repartir a Gavi, a quien han convertido gracias a la propaganda de Luis Enrique en el nuevo Maradona, patadas a diestro y siniestro sin sacar una miserable cartulina amarilla hasta que no fueron cuatro las faltas, flagrantes todas ellas, cometidas por el jugador culé.
Sin embargo, el encuentro quedó claramente marcado por un penalti que Gil Manzano se inventó de Gayá a Ansu Fati que supuso el 2-1. Hablamos del mismo colegiado que le pitó hasta cuatro penaltis en contra al Madrid en Mestalla el año pasado. En esta ocasión se sacó de la chistera uno en el que Gayá tocó claramente la pelota para arrebatársela al azulgrana.
Ni siquiera fue a mirar el fallo al VAR
La metedura de pata del árbitro fue descomunal. Nadie se lo podía creer. Sin embargo, la pregunta de siempre flotaba en el ambiente, ¿dónde narices está el VAR cuando se le necesita?, ¿por qué no fue Gil Manzano a la pantalla para ver el ridículo que acababa de hacer señalando un penalti que no era? Una vergüenza.
Es evidente que el Barcelona está mal, en la ruina y es un club que futbolísticamente hablando está K.O. Sin embargo, mientras siga contando con el viento arbitral a favor, algo que se ha convertido en un clásico, sobrevivirá. Al menos en España, claro, donde arbitrajes como el de Gil Manzano son de juzgado de guardia…pero al que nadie crucificará.
Esta es la Liga que quieren vender al exterior, la de los fallos arbitrales hacia el de siempre. El Barça ganó 3-1. No está Messi pero tienen al del pito. Ese nunca les falla.
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