Es un 'bocachancla': la última burla de Piqué contra el Espanyol traspasa todos los límites

Gerard, más pendiente de LaLiga que de la Kings League


Gerard Piqué

Gerard Piqué




En medio de toda la polémica alrededor de esos curiosos vídeos que recorren las redes por estas horas y donde su imagen es más analizada que nunca, Gerard Piqué ha vuelto a demostrar que pese a haber dejado profesionalmente el fútbol de elite, ni mucho menos pierde las costumbres de otros tiempos. La última burla del ex culé contra el Espanyol traspasa todos los límites.

Centrado por estas horas en su famosa Kings League, en la llegada de Andrea Pirlo al certamen y en potenciar un torneo que pronto tendrá sus respectivas divisiones tanto en Brasil como en diversos puntos a lo largo y ancho del planeta, el ex Fútbol Club Barcelona tuvo en las últimas horas una nueva polémica con esa afición perica que tantos malos ratos le hizo pasar sobre el verde.

Todo nació a partir del descenso del Espanyol el pasado fin de semana y de su paso a la Segunda División de nuestro país tras haber igualado a dos en Mestalla contra el Valencia por la jornada 37 del certamen. Sin ningún tipo de tacto y de manera directa, Piqué atacó al otro equipo de la ciudad que tanto dice amar y dejó en claro que más pronto que tarde se le volverá a ver por la casa del Espanyol.

Burla total

“El año que viene voy a Cornellà como presidente del Andorra”, fue la frase con la que el actual mandamás del conjunto de los Pirineos hoy se burló de un Espanyol donde no solo el futuro de Joselu o las negociaciones que se dan a cabo con el Real Madrid son noticia por estas horas. Luego Piqué pedirá respeto, consideración para sus seres queridos y señorío, pero la realidad es solo una y muestra cómo este ya ha empezado una pelea que tendrá lugar desde el mes de agosto.


Así ha sido la última polémica de Piqué, quien cierra su primera temporada como ex futbolista en medio de todo el boom que desataron las negociaciones con Luis Rubiales por la Supercopa de Arabia Saudita, el caso Negreira y un nuevo fracaso europeo de su club. No hay códigos o ‘valors’ mejor profesados que los del propio Gerard.