Sigue adelante una cuarta jornada de la Liga donde el Real Madrid mira a todos desde arriba tras vencer al Getafe en el Santiago Bernabéu y donde solo el duelo entre el Osasuna con el Barcelona hacia a los blancos salir de su descanso a horas de que empiece una nueva semana de selecciones. El conjunto culé viajaba a Pamplona para no perderle pisada a los de Carlo Ancelotti.
Este inicio de curso ha marcado ya la diferencia entre dos proyectos que se encuentran en plena fase de ebullición y donde el Madrid saca músculo por estas horas gracias a Jude Bellingham. Que nadie dude que la pelea será larga pensando en el título de Liga, pero en el Bernabéu saben que cada punto cuenta y por eso se cruzaban los dedos esperando una mano amiga del equipo de Navarra.
El Sadar se convocó tras caer eliminado de la Conference League y para dar un golpe de autoridad en el inicio de la temporada. En frente el Barcelona de las palancas, de los informes de Negreira y con un bajón a nivel defensivo que por supuesto invitaba al optimismo por todo el Real Madrid. Jornada para tomar nota y saber hasta donde podía llegar el máximo rival pensando en el título. No le dejaron los árbitros con un robo de escándalo.
Siempre con polémica
No podía faltar por supuesto esas jugadas divididas por milímetros o interpretaciones que suelen caer siempre del mismo lado. El Osasuna vs. Barcelona también vio momentos más que tensos y donde el arbitraje se ganó su protagonismo. La acción del penalti es de chiste y luego uno sobre Ibáñez se fue al limbo, motivo para entender que nuevamente el Madrid juega contra todo y contras todos para conseguir su objetivo.
El arbitraje Melero ya tenía de los nervios al madridismo anoche, pero hoy se volvió a confirmar el peor de los miedos de un conjunto blanco que ve en Pamplona una luz de alarma que no se apagará por varios meses. El Sadar, viva muestra de que lo que nos espera hasta el final del camino.
DEJA TU COMENTARIO