Martínez Munuera, salpicado por el escándalo pocas horas después de su designación para el Madrid - Barcelona.
Este viernes hemos conocido que Martínez Munera será el árbitro de la final de la Supercopa que enfrentará al Real Madrid con el Barcelona. Sin embargo, esa no ha sido la noticia más importante en relación al colegiado.
Y es que El Confidencial ha destapado que el propio hermano de Martínez Munuera, Miguel, que ejerce como asistente en Primera División, ha revelado que éste estuvo pagando a Javier Enríquez Romero, hijo de Negreira, por unos supuestos servicios de coaching.
La declaración del ahora linier sobre su hermano a la Guardia Civil incluye frases como el deseo de Martínez Munuera por “mejorar la concentración para arbitrar”. Una característica que el hijo de Negreira podía “ayudarle” a conseguir. Además, agregó, que las sesiones eran “vía telemática”.
“Desconozco el importe de lo que costaban esas sesiones”, confirma también. Eso sí, el testigo aseguró que su hermano pagaba a través de transferencia bancaria por esas sesiones. Según El Confidencial, cada clase tendría un importe próximo a los 200 euros.
La trama va quemando etapas y la montaña empieza a hacerse cada vez más grande. La declaración de un ex árbitro, Fernando Román, también aclaró muchas cosas en relación a cómo funcionaba todo en relación a los Negreira. "Se comentaba que si contratabas al hijo de Negreira te podías ver favorecido a los ascensos porque Negreira tenía en cuenta los comentarios de su hijo", argumentó. Y Negreira estaba, a su vez, contratado por el Barcelona para, supuestamente, hacer una serie de informes...
El hermano del árbitro de la final, además, le contó a la Guardia Civil que el hijo de Negreira se encargaba de recoger a los árbitros en los partidos del Camp Nou. Lo hacía en el hotel y les llevaba al estadio.
"Les recogía con un Mercedes y otras veces usaba otros vehículos (…) Les acompañaba al interior del estadio”, reconoce en un escándalo sin precedentes en la historia del fútbol mundial.
Ahora, el Madrid tendrá que jugar este domingo la final de la Supercopa ante el equipo que estuvo años pagando al Vicepresidente de los Árbitros y que, a su vez, tiene un hijo que daba clases a los colegiados que luego tenían que pitar al Barcelona… y al propio Madrid. Martínez Munuera está bajo sospecha. Real Madrid TV va a tener trabajo. El escándalo es mayúsculo.
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