El presidente del FC Barcelona ha concedido una llamativa rueda de prensa
El Real Madrid está cada vez más cerca de concluir uno de los proyectos más grandes y ambiciosos que se han producido en el fútbol moderno en los últimos años: llevar al estadio Santiago Bernabéu al siglo XXI. El proceso de reforma y remodelación experimentado por el edificio sito en la avenida Concha Espina ha provocado una inversión de más de 1.000 millones de euros que empieza a rentabilizarse lentamente.
Sobre todo pese a que uno de sus principales atractivos, la celebración de conciertos de artistas y estrellas mundiales, todavía está detenido de forma temporal debido a la acción vecinal de los bloques colindantes al estadio merengue. Pero el espacio multiusos en el que se ha convertido en coliseo madridista en el plazo de cinco años, entre 2019 y 2024, no solo le habilita para alojar conciertos.
Porque el Real Madrid puede ceder el estadio para la celebración de casi todo tipo de eventos debido a innovaciones nunca antes vistas como la colocación del hipogeo, que permite conservar el césped en un estado inmaculado cuando no hay partido, y el famoso videomarcador 360º que sigue el estilo de los grandes estadios norteamericanos.
Ambos elementos han colocado al Santiago Bernabéu como una referencia del deporte mundial: cada vez queda menos para que la NFL aterrice en la capital de España. Asimismo, la reforma del ‘templo’ madridista ha exigido la implementación de una nueva estética: este aspecto futurista ha levantado muchas críticas y bromas, tanto dentro como fuera del madridismo, por su acabado final.
La última en llegar corre a cuenta del actual presidente del FC Barcelona. La comparecencia pública de Joan Laporta, posterior a la victoria en la Supercopa de España, se enlaza con la posibilidad de que el conjunto culé regrese al Spotify Camp Nou para el mes de mayo de 2025. Originalmente se había previsto el regreso para el inicio de 2025, pero los constantes problemas de las obras han hecho imposible cumplir ese objetivo.
Joan Laporta se ha referido, durante esa rueda de prensa, a los cambios que están ocurriendo en el estadio culé de la siguiente manera: “estamos haciendo un campo nuevo, no haciendo chapa y pintura”. Esta forma de aludir al aspecto exterior del nuevo Santiago Bernabéu, duramente criticado desde lugares como la Ciudad Condal, es una forma de buscar restitución por las diferencias entre las reformas aplicadas en el estadio blanco y en el coliseo azulgrana.
Porque el Real Madrid sí pudo regresar a su estadio cuando se dijo a los aficionados: ocurrió al inicio de la temporada 21/22. Además se pudo compatibilizar la celebración constante de partidos con el avance en las obras, un requisito fundamental para la junta directiva liderada por Florentino Pérez. También es necesario recordar que, durante el tiempo de reforma, el FC Barcelona se ha visto obligado a descartar elementos que le hacían competir con el propio Santiago Bernabéu por falta de presupuesto y decisión de la junta directiva que encabeza el propio Joan Laporta.
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