El Leverkusen mantiene el tono

Leverkusen se mantiene y Bremen se atasca

En otro encuentro, el Werder Bremen perdió en casa del Karlsruher SC (1-0), sufriendo también la expulsión de su delantero peruano Claudio Pizarro, por agredir a un contrario.

El Bayer Leverkusen, con su victoria, se queda a tres puntos del líder Hoffenheim y del, segundo, Bayern de Múnich, quienes anoche disputaron el partido más importante de la jornada, que acabó con triunfo local bávaro, por 2-1. El Leverkusen no tuvo dificultades en imponerse al tradicional Gladbach, permitiéndose incluso por momentos en jugar a media máquina. La dupla de ataque formada por Stephan Kiessling y Patrick Helmes otra vez mostró su efectividad.

Así, Kiessling marcó dos goles y Helmes el otro, en un contragolpe cuando el Leverkusen había bajado el ritmo y se concentraba en controlar los esfuerzos ofensivos del rival.

El Hertha se frena ante el Schalke

Para el Schalke 04 la apretada victoria ante el Hertha es importante porque le permite tranquilizar un poco una situación bastante explosiva, que había llegado a su punto culminante en la semana anterior cuando llegó a ponerse en duda la continuidad del entrenador Frank Rutten y del director deportivo Andreas Müller.

El gol del triunfo lo marcó Gerald Asamoah, con un remate de cabeza a puerta vacía, aprovechando un centro del peruano Jefferson Farfán. Con la victoria, el Schalke 04 alcanzó el tercer lugar, todavía seis puntos por debajo de las casillas que dan la clasificación a la Liga de Campeones que eran la meta mínima del club de Gelsenkirchen a comienzos de temporada.

Stuttgart y Frankfurt, respiran

El Stutttgart, sin Mario Gómez y sin el mexicano Pavel Pardo, goleó a domicilio, por 3-0, al Energie Cottbus, con goles de Roberto Hilbert, Jan Simak y Sami Khedira. La otra goleada de la tarde la consiguió el Eintracht Frankfurt, con un 4-0 claro, ante el Bochum, que desde el minuto 6 tuvo que jugar con diez hombres por expulsión del meta Daniel Fernández.

La derrota del Bremen ante el Karlsruher SC devuelve al equipo de Thomas Schaff a una crisis que creía haber superado. La acción que produjo la expulsión de Pizarro es un síntoma de desesperación, así como otra inmediatamente posterior en la que el arbitro le perdonó la tarjeta roja al centrocampista brasileño Diego.