La federación catalana aparta cautelarmente al Bada-Bing

Tras la paliza a los argentinos del equipo de Rosario Central





Dicho comité, que se ha reunido esta tarde para examinar el acta del encuentro y el informe del observador designado por la federación para este partido, ha decidido abrir un expediente sobre el mismo con el fin de esclarecer los hechos, que la Comisión Antiviolencia de Cataluña calificó el pasado lunes de "muy graves" y "extremadamente violentos".

Según ha informado la federación catalana en un comunicado, el Comité de Competición ha ordenado "suspender de manera cautelar la celebración de todos los partidos que debería disputar el club Bada-Bing FC del campeonato de la Tercera Territorial Grupo 17", hasta que no recaiga resolución definitiva del expediente abierto hoy. Asimismo, ha acordado "suspender cautelarmente" a cuatro jugadores del Bada-Bing, que supuestamente participaron en la agresión -junto a algunos seguidores de este equipo- contra siete futbolistas del Rosario Central y tres directivos de esta entidad.

La federación catalana ha dado traslado de dicho expediente a ambos equipos para que en el plazo de dos días hábiles "puedan formular las alegaciones que en relación a los hechos consideren convenientes". El Comité de Competición volverá a reunirse el próximo miércoles para analizar las alegaciones de las partes y proseguir con la investigación. Los hechos ocurrieron el pasado sábado 10 de enero, cuando el Bada-Bing, equipo de fútbol aficionado supuestamente formado por integrantes de los 'Boixos Nois' -grupo de seguidores radicales del FC Barcelona- se enfrentaron al Club Atlético Rosario Central de Catalunya, integrado por una mayoría de jugadores sudamericanos.

El partido tuvo que suspenderse en el minuto 74, cuando varios jugadores del Bada-Bing, acompañados de un grupo de seguidores de este equipo, la emprendieron a golpes con objetos contundentes contra jugadores y directivos del equipo rival, tras la expulsión de un compañero. El altercado, que había empezado muchos minutos antes con constantes insultos racistas, acabó con diez miembros de la expedición del Rosario Central -siete de ellos jugadores- en el Hospital del Mar, donde fueron atendidos por diversas heridas y traumatismos.