La situación entonces era bastante similar a la actual, puesto que el conjunto catalán ocupaba la penúltima plaza de la clasificación y le separaban siete puntos de la salvación. Sin embargo, aquel fue el tercer partido de la segunda vuelta mientras que el del sábado será el séptimo. El equipo dirigido por Luis Fernández, que llegaba a aquel encuentro en una situación bastante crítica, se acabó imponiendo por la mínima gracias al solitario tanto del delantero rumano Claudiu Raducanu. El Espanyol se salvó en la última jornada tras derrotar al Murcia (2-0).
Sin embargo, aquel choque liguero pasó a la historia por los momentos trágicos que se vivieron cuando parte de la grada se desplomó después de que Raducanu lanzara su camiseta a los aficionados blanquiazules desplazados hasta El Madrigal. "Guardo buenos y malos recuerdos de aquel partido", recordó el técnico blanquiazul, Mauricio Pochettino, entonces jugador del primer equipo, "porque los tres puntos nos dieron un empujón enorme pero se vivieron momentos muy duros cuando se desplomó la grada". El balance de los nueve encuentros disputados en el feudo castellonense en Primera División es de cuatro victorias locales, cuatro empates y el citado triunfo blanquiazul. En sus últimas cuatro visitas, el Espanyol ha sumado un punto, y ha recibido diez goles y sólo ha marcado uno. Existe otro precedente entre ambos rivales en Segunda División favorable a los blanquiazules, que se impusieron por un contundente 0-3 en tierras castellonenses.
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