"El equipo no afronta los partidos convencido de que puede ganar, sino con la urgencia de que no puede fallar más y eso es lo que menoscaba su rendimiento", puntualizó Carrascosa. El estrés que sufren los futbolistas es como el de los profesionales de cualquier otro ámbito, según el experto, quien matizó que los futbolistas "tienen en general poca experiencia o no están muy curtidos para saber cómo afrontar las dificultades".
Sobre el tratamiento individualizado de estos problemas, Carrascosa dijo que no todos los profesionales asimilan del mismo modo las dinámicas colectivas. "Puede haber casos en los que, al tener una personalidad muy responsable, el deportista se carga de ansiedad", indicó. Preguntado por los motivos por los que el Valencia podría haber entrado en esta dinámica, Carrascosa explicó que, cuando las expectativas son muy altas y surgen las primeras dificultades y el deportista siente que está más lejos de cumplirlas, "el estrés crece y el rendimiento cae a medida que se siente más alejado de sus objetivos".
El Valencia realizó al principio de la temporada el mejor inicio de la Liga de su historia, pero en el comienzo de la segunda vuelta los resultados favorables de la primera se han convertido en derrotas, marcadores adversos y mal juego. "Aquel buen inicio de temporada, disparó todas las expectativas y con la llegada de las primeras dificultades, el rendimiento ha bajado hasta caer en picado", prosiguió el especialista.
"Cuanta más urgente es no descolgarse en la clasificación, posiblemente haya un peor rendimiento", señaló el psicólogo, quien abogó por trabajar "de forma imaginativa para sacar al jugador de esa dinámica y hacerle disfrutar de su trabajo, que es lo que le llevará a mejorar su rendimiento". "Lo que se necesita es hablar de las soluciones más que incidir en el error o hacer catastrofismo. Es necesario abrir la ventana para que entre la luz", manifestó Carrascosa.
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