Aficionados increpan a los jugadores a la salida del Miniestadi

El Barcelona entrenará a puerta cerrada el resto de la semana





Tras sufrir anoche una humillante goleada en el Bernabéu ante el Real Madrid (4-1), la plantilla del Barcelona se entrenó hoy a puerta cerrada en el Miniestadi, pero ni aún así se libró de escuchar los gritos de reprobación de los aficionados, quienes esperaron impacientes a que terminara la sesión para hacer público su malestar contra los jugadores y el cuerpo técnico.

Frank Rijkaard y sus futbolistas tuvieron que escuchar una sonora pitada, gritos de "fuera, fuera" y toda clase de improperios de un reducido grupo de aficionados mientras se dirigían hacia el Camp Nou, a la salida del Mini, en sus vehículos. A Eto"o y Deco les acusaron de "borrarse" del partido del Bernabéu, a Thuram le pidieron la jubilación e incluso a Rijkaard un aficionado le puso, frente la ventanilla de su coche, la portada de hoy del "Sport", en la que puede leerse "habéis deshonrado la camiseta", para que pudiera verla bien.

La mitad de la plantilla, sin embargo, no tuvo que pasar por este trago, ya que en el entrenamiento de hoy no estuvieron presentes hasta una decena de jugadores. Además de los lesionados Ronaldinho, Milito, Iniesta y Jorquera, tampoco se ejercitaron hoy otros seis futbolistas. Valdés, por un golpe en la rodilla, Henry por una contusión en la pierna izquierda, Gudjohnsen, por un golpe en el pie derecho, Márquez, por una tendinitis en el tendón de Aquiles del pie izquierdo, Sylvinho por el esguince del ligamento lateral interno de la rodilla derecha que sufrió en el Bernabéu, y Ezquerro, por tener permiso del club para quedarse un día más en Madrid.

Mañana y el sábado, el Barcelona volverá a entrenarse a puerta cerrada para preparar el último partido de Liga que el equipo disputará en el Camp Nou y que le enfrentará al Mallorca el próximo domingo. Día en el que la afición dictará sentencia.