Totti entra en la lista de los 10 máximos goleadores del "calcio"

FÚTBOL-ITALIA





Este tipo de jugadores dicen sí pero quieren decir no, acarician el contrato de su vida ante los ojos ávidos e impacientes de los intermediarios, dudan y piden un poco de tiempo para firmarlo. Jamás lo hacen.

También son especialistas en acumular hitos, como el conseguido el domingo por Totti, que con los dos goles que marcó al Lecce entró en la lista de los 10 máximos anotadores de la Primera División italiana, con 175 dianas.

Totti es el único futbolista en activo en la mencionada lista, que encabeza Silvio Piola (jugó de 1929 a 1954), con 274 goles acumulados en 537 partidos -más de dos tantos por encuentro-, disputados con cinco equipos distintos.

El delantero del Roma es junto con Gianpiero Boniperti, noveno en la lista con 178 dianas, el único que ha marcado todos sus goles con la misma camiseta. Boniperti fue el símbolo del Juventus, del que llegó a ser presidente.

Decir Totti es decir el Roma de los últimos 17 años y viceversa. El delantero (Roma, 27-09-1976) ha hecho toda su carrera en el equipo "giallorosso" (rojo y amarillo), con el que debutó en Primera el 28 de marzo de 1993, con tan sólo 16 años y medio.

Los intermediarios odian a este tipo de jugadores de una sola empresa. Son los "emblemas", las "banderas" de sus clubes y, de paso, del fútbol mundial.

Totti recibió tentadoras ofertas millonarias de los mejores equipos europeos. Estuvo a punto de aceptar una en el verano de 2004, la del Real Madrid, que le quería como sustituto natural de Zinedine Zidane, pero el universo romanista se movilizó como nunca para que el "capitano" se quedara.

El Roma atravesaba una difícil situación económica y el traspaso de Totti era la oportunidad de superarla. Le pidieron que siguiera e incluso la familia Sensi (propietaria del club) vendió parte de sus bienes para poner el dinero al servicio de la sociedad.

El "Puppone" sabía que podía marcar una época en el Real Madrid, pero optó por batir los récord en el club de sus amores, aquel que a la edad de siete años le hizo llorar a mares al ver perder en el Olímpico ante el Liverpool la final de la Copa de Europa del 30 de mayo de 1984 (1-1, 4-2 en los penaltis).

Nadie duda de que Totti es una de las grandes estrellas de la historia del "calcio", aunque de vez en cuando pierda los nervios y protagonice salidas de tono que le han costado grandes disgustos.

El peor ocurrió en la Eurocopa de Portugal de 2004, torneo al que había llegado pleno de forma con el sueño de lograr su consagración mundial.

Totti arrojó por la borda su objetivo y, de paso, el de Italia, que con estrellas de la talla de Alessandro Del Piero, Christian Viei, Gianluigi Buffon, Andrea Pirlo, Alessandro Nesta y Fabio Cannavaro era una de las selecciones favoritas para el título.

Sólo jugó el primer partido contra Dinamarca (0-0), al que se presentó más preocupado por su imagen -lució un peinado de once trenzas y una coleta, como si quisiera convertirse en el 'Beckham' italiano- que por el rival.

Totti fue pillado por una cadena danesa escupiendo en la cara a Christian Poulsen, hoy en las filas de la "Juve", una acción que le costó tres partidos de suspensión. Ya no volvió a jugar en la Eurocopa porque la "azzurra" cayó en la primera ronda.

La decepción sufrida en Portugal casi precipitó su marcha del Roma al Madrid, pero aguantó y en 2006 obtuvo la revancha al conquistar el título mundial en Alemania.

Totti, recién salido de una lesión de rodilla, no estaba en su mejor forma y decepcionó en los primeros partidos hasta el punto de que en octavos antes Australia estaba en el banquillo.

Salió en el minuto 75. El duelo caminaba hacia la prórroga e Italia jugaba con uno menos por expulsión de Marco Materazzi cuando en el 95, Australia es castigada con un penalti. Totti asumió la responsabilidad de ejecutarlo. Y marcó.

Italia estaba en cuartos y Totti era de nuevo un héroe. Se sacó la espina que llevaba clavada por las críticas y ya no perdió más la titularidad.

Ahora entra en la lista "de los 10" para compartir honores con jugadores que fueron emblemas en distintas etapas del "calcio", entre ellos el brasileño José Altafini (cuarto, con 216 goles) y el argentino Gabriel Batistuta (octavo, con 184).

Su objetivo es superar al que le precede en la lista, Gianpiero Boniperti, que sumó 178 dianas con el Juventus. Le separan tres goles y sin duda lo conseguirá porque pertenece a un grupo de jugadores especiales que jamás se ponen límites.