Hasta el momento, tres días después de los hechos ya, nadie de la Federación ni del Consejo Superior de Deportes se ha pronunciado sobre ninguno de estos deleznables hechos, algo que llama la atención cuando en casos similares han sido los primeros en denunciar. Mismamente, hace ahora catorce meses, Armando, portero del Athletic, recibió un botellazo en el estadio Ruiz de Lopera en un partido entre el Betis y el conjunto rojiblanco, un acto que fue rechazado de pleno por todos los estamentos del deporte, y que le salió muy caro al cuadro andaluz.
Concretamente, el Comité de Competición (el mismo organismo dependiente de la Federación que le impuso diez partidos de suspensión a Pepe) castigó al Betis con la pérdida del partido -que fue suspendido en el minuto 71 con victoria momentanea del Athletic-, con la clausura del Ruiz de Lopera por dos encuentros y con una multa de 9.000 euros. Toda una sanción ejemplar para un club que facilitó la entrada al estadio a un aficionado al que se le fue la situación de las manos en un momento dado, y que tuvo la fatídica suerte de enfrentarse al Athletic, uno de los clubes protegidos por el 'villarato'.
Con un precedente como éste, es de esperar que el Athletic sea sancionado por el lanzamiento de la lata que impactó en Alves y que se demostró que procedía de un aficionado rojiblanco. Sin embargo, el silencio de la Federación en este tema (y en el de Touré) hace pensar que ambos clubes puedan irse de rositas tras el bochornoso espectáculo visto en Mestalla. Quién sabe si tiene algo que ver que Athletic y Barcelona sean los clubes 'preferidos' del presidente de la Federación, Ángel María Villar.
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