Descontrol







Con la marcha ya anunciada de Frank Rijkaard y con Guardiola centrado por completo en los play offs de ascenso a Segunda B, se ha creado un ridículo vacío de poder en la primera plantilla del Barcelona. Así lo han notado y aprovechado los jugadores, que incluso no han acudido a los entrenamientos de esta última semana de competición, en la que por ejemplo Ronaldinho y Deco estuvieron ausentes en la sesión del pasado lunes, en la que sólo saltaron al campo 8 jugadores del primer equipo.

Pero la responsabilidad es principalmente del club, que a estas alturas ni siquiera ha comunicado el planning de vacaciones para los jugadores que ni siquiera saben qué día estarán liberados de los compromisos con el club. Tras el partido ante el Murcia de este próximo fin de semana, los azulgranas disputarán un encuentro amistoso en Arabia Saudí el 26 de Mayo, pero a partir de ahí todo es una incógnita. No está decidido si los jugadores podrán irse de vacaciones al día siguiente o no, ni cuando tendrán que volver a la disciplina de equipo.

Además, hasta el momento Pep Guardiola no ha hecho ninguna toma de contacto con los que serán sus jugadores a partir del 30 de Junio, y se desconoce si el técnico romperá su rutina habitual de concentración con el filial para charlar con los que serán sus pupilos la próxima campaña para programar la pretemporada. Se presupone que los jugadores culés se marcharán con un plan especial para mantener la forma durante el verano, pero ni siquiera eso está confirmado.

Los jugadores barcelonistas se supone que tendrán mes y medio de vacaciones, un periodo que parece excesivo para la campaña que han cuajado, y por ahora el club no les ha impuesto ninguna promoción de la imagen del club ni ningún compromiso comercial antes de las mismas.

En esta situación de desamparo, ni Txiki Beguiristain ni el vicepresidente Marc Ingla hacen acto de presencia ni asumen funciones que quizá en otro momento no les corresponderían, pero ante el desgobierno es de su deber profesional.