La renovación costaría 175 millones







En medio del caos total provocado por la falta de títulos por segundo año consecutivo, el Barcelona se está dedicando a filtrar globos sonda sobre multitud de fichajes y jugadores que ha puesto en el mercado para distraer la atención de cara a final de temporada y apaciguar los ánimos del respetable, que llámese Oriol Giralt o el último de los socios piden la dimisión del presidente Laporta y la urgente renovación de una plantilla llena de vicios y, como anunciara Edmilson, ovejas negras.

Pero la realidad es que las arcas del club están vacías y los fichajes que haga el Barcelona esta temporada dependerán siempre de los jugadores propios que pueda llegar a vender y de los precios de trasferencia a los que los equipos interesados lleguen en sus pujas. Desde luego que los jugadores transferibles son prácticamente todos los que conforman la primera plantilla dependiendo de la oferta, ya que el club sólo mantiene a unos pocos como intransferibles. Se pretende la venta de hasta 11 jugadores: Ronaldinho, Etoo, Deco, Henry, Ezquerro, Edmilson, Abidal, Thuram, Valdés, Gudjohnsen y Oleguer.

Alves, Kaká, Adebayor, Cech, Güiza... una locura inviable

La dirección deportiva del club se está moviendo para intentar cerrar al menos un fichaje antes de que acabe la temporada y así dar un golpe de efecto al más puro estilo que mantuvieran con Thierry Henry la temporada pasada. Así, los culés persiguen cerrar la contratación del sevillista Dani Alves, pero cuyo precio nunca bajaría de los 35 millones de euros, y no los 25 que hasta ahora han ofrecido, ya que el Chelsea ya hizo una oferta a Del Nido por 30 el verano pasado que éste declinó.

Además se sueña con el fichaje de Kaká, algo absolutamente prohibitivo. Se pretende ofrecer a Ronaldinho y a Zambrotta más una suma de dinero que podría rondar los 20 millones, pero el Milan nunca aceptará tal cantidad por su estrella que está tasada en más de 60. Además, que entren jugadores en la operación no abarataría en exceso el traspaso de Kaká, ya que por ejemplo, Berlusconi ya se plantó en pagar 18 por Dinho y ni un euro más, por eso todavía no se ha cerrado su venta.

Si el club finalmente se deshace de Víctor Valdés deberá fichar otro portero de garantías, y eso le iba a salir caro. SUena el nombre de Petr Cech del Chelsea, pero su representante, Pavel Zika, ya anunciado que hay un equipo europeo que ofrece por él 32 millones de libras (46 millones de euros), con lo que si los azulgranas le quieren para la portería deberían desembolsar al menos esa ingente cantidad. Además, hace seis años Gianluigi Buffon ya fue traspasado del Parma a la Juventus por 36 millones, asíq ue no sería de extrañar que un portero como Cech, de los más cotizados del continente, podría llegar hasta los 46.

Si se concretan las ventas de Etoo y Henry, se tendrá que abordar las incorporaciones de dos delanteros nuevos. Txiki Beguiristain está en negociaciones con el Arsenal pora intentar convencer a los "gunners" que se deshagan de su delantero estrella, Adebayor, y cuyo precio rondaría los 20 millones más. Otra opción que baraja el club, independientemente de la operación de Adebayor es la del mallorquinista Dani Güiza, que tras conseguir el pichichi no bajaría de los 15 millones.

Igualmente disparatado es el caso de Christian Chivu, el central que desea Beguiristain, que fichara el pasado verano por el Inter por 15 millones y que la entidad neroazzurra no está dispuesta a vender por un precio menor al que le costó.

El desembolso total sería de 175 millones, una cifra inalcanzable para el presupuesto y la liquidez del club azulgrana en este momento. La única forma de abaratar dicho gasto sería vendiendo jugadores, y muchas de sus estrellas están absolutamente devaluadas tras la nefasta temporada. Por ejemplo, Etoo, cuyo traspaso podría haber rondado los 40 millones de euros el verano pasado ahora sería una venta complicada, y su precio nunca superaría los 20. Si Henry le costó 24 millones al Barcelona tras sus mejores años en el Arsenal, con su edad y su estado de forma su precio de mercado está alrededor de los 15.

Por ello, el Barcelona no tiene otra opción que vender a la baja, a precio de saldo, a sus estrellas, para poder recomponer la plantilla con los jugadores en los que se ha fijado, si no quiere acabar comprando otros de medio pelo que no le garanticen ningún triunfo. Y lo peor de todo, es que la precaria situación económica del club no le deja otra opción.