Esta historia, sin embargo, no es nueva. La reedición de lo sucedido la temporada pasada con los mismos protagonistas es un hecho. Hace un año, por orden expresa de Guardiola, Etoo tuvo la puerta de salida abierta de par en par. Incluso, le llegaron a dar la patada. Pero el camerunés se acabó quedando en una nueva muestra de la inoperancia de Laporta y Beguiristain para defender los intereses de su club.
La película vuelve a repetirse. 365 días después el Barcelona ha puesto a Etoo en el mercado y éste, otra vez, se niega a marcharse. Quiere cumplir el último año de contrato que le resta para, posteriormente, firmar por el equipo que desee. Una auténtica puñalada que tiene atada de pies y manos a los dirigentes catalanes, por mucho que éstos filtren que quieren fichar a Villa. Habría que preguntarle a Laporta con qué dinero piensa hacerlo pues de todos es conocido la tela de araña que contiene la caja fuerte del Campo Nuevo.
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