Los madridistas aun recuerdan las criticas de Laporta a la política de fichajes de Florentino Pérez. Que si desvirtuan el valor del mercado, que si son precios que no se ajustan a la realidad. En definitiva, unas declaraciones que lo único que pretenden es esconder la difícil situación económica en la que se encuentra el Barça, que no ha sido capaz de reforzarse de cara al año próximo.
El último club que le ha negado una oferta es el Shakhtar Donetsk, propietario de los derechos federativos del central Dimitri Chygrynsky. Pep Guardiola tiene entre sus prioridades reforzar la defensa, y entre sus prioridades está la del ucraniano, del que destaca su capacidad de jugar tanto en el centro de la zaga como en los laterales.
Pues a pesar de ser una petición de su entrenador, Joan Laporta sigue erre que erre con su política de regatear al máximo posible los precios de los traspasos. Alguien tendría que explicarle al presidente que los precios en el mercado no los marca ni él, ni Florentino, ni Llorente ni nadie, los marca el mercado, es decir, la ley de la oferta y la demanda. Y el club ucranio ha pedido 12 millones de euros por su central. Y a Laporta, que debe vivir en otro planeta, le parece excesivo el precio de un defensa que es internacional por su país (recordar que hace un año pagó 18 millones de euros por un desconocido Martín Cáceres).
Más le vale a los dirigentes del Barça cambiar su mentalidad de cara al mercado de fichajes, o Guardiola puede ver cómo empieza la temporada sin ninguno de los cuatro refuerzos que solicitó a la dirección deportiva.
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