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Portavoces de la selección señalaron que "ésta no es la Copa Mundial", por lo que el combinado albiceleste "no está obligado" a permitir el acceso de la prensa a sus entrenamientos. Además, la rueda de prensa de Maradona previa al partido anunciada por la Unión de Fútbol de Rusia (UFR) también fue cancelada, ante la sorpresa de los numerosos periodistas presentes.
"La UFR lo anunció sin consultar con nosotros", arguyó el representante de la selección argentina. Además, pese a tratarse de un amistoso, los internacionales argentinos no harán turismo ni pasearán por la Plaza Roja, algo habitual para otros equipos que visitan la capital rusa. Mientras, el holandés Guus Hiddink, seleccionador de Rusia, que sí ofreció la víspera una rueda de prensa, volvió a departir hoy con los reporteros y permitió su acceso al entrenamiento vespertino durante los primeros quince minutos.
Suposiciones sobre el equipo
Los internacionales argentinos completaron ayer un intenso entrenamiento nada más aterrizar en Moscú procedentes de Madrid en un vuelo chárter. Todo hace prever que Burdisso (Inter de Milán) sustituirá al lesionado Demichelis en el centro de la defensa, tanto contra Rusia como en los partidos clasificatorios para el Mundial de Sudáfrica contra Brasil y Paraguay.
Se perfilan también como titulares el ex madridista Heinze, Maxi Rodríguez (Atlético de Madrid), Mascherano (Liverpool), además de la dupla atacante Messi (Barcelona) y Agüero (Atlético de Madrid); mientras en la recámara estarán Milito, Carrizo, Battaglia y Lisandro.
Según adelantó Hiddink, el estadio del Lokomotiv estará lleno a rebosar (28.800 espectadores), lo que convertirá el partido en una "fiesta". Los combinados de Argentina y Rusia nunca se han enfrentado ni en partido oficial ni en amistoso desde la caída de la Unión Soviética en 1991.
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