Vendaval amarillo

Los pupilos de Ernesto Valverde no dieron opciones a su rival y con un fútbol rápido y vertical sentenciaron, con una goleada, su presencia en la Liga Europa. Ernesto Valverde le había pedido a los suyos intensidad y concentración, y así empezó el partido. Ya que en el primer minuto el equipo español ya había dispuesto de dos ocasiones muy claras, de Rossi y Cani, para haber cerrado ya la eliminatoria.

Los castellonenses dejaron claro desde el principio que no querían sorpresas y que eran muy superiores a su rival. Y esa superioridad se tradujo en goles, y en muchos. Al cuarto de hora Cazorla marcó el primero de ellos, tras una buena combinación entre Llorente y Senna en el área. Seis minutos más tarde era Rossi el que ponía el 2-0 en el marcador, al transformar la primera pena máxima del partido sobre Diego Godín.

A los treinta y seis minutos, era otra vez Rossi y otra vez desde los once metros, esta vez por un penalti sobre Ibagaza, el que firmó el tanto que cerraba la goleada de los primeros cuarenta y cinco minutos. Una primera parte en la que el Villarreal fue mejor y sobre todo fue muy certero de cara a buscar la portería contraria. El guión se mantuvo en la segunda parte. Ya en el primer minuto, Senna, desde la frontal del área y con la pierna izquierda, ponía el 4-0, celebrando de esta forma su vuelta a una convocatoria con la selección española.

La fiesta siguió con el recién entrado al campo Jonathan Pereira, quien a los once minutos aprovechó un buen pase interior para fusilar por quinta vez a ya un desesperado Rowelar. Pero el quinto no sería el último, ya que cinco minutos después del gol de Pereira, era el debutante Kiko el que a la salida de un córner ponía ya un escandaloso 6-0. Y pudieron ser muchos más con varios balones al palo y diversas llegadas a gol. Pero fueron los holandeses los que celebraron el último gol del duelo, al marcar de Graaf en una contra a falta de diez minutos para el final.