El actual máximo mandatario azulgrana sigue acumulando méritos para ser reconocido, justo cuando acabe su mandato dentro de un año, como el peor presidente que dicho club haya tenido en toda su historia. A sus continuas provocaciones al Madrid y la falta de consideración al Estado y a la nación de la que el Barcelona y Cataluña forman parte, hay que sumarle ahora un nuevo 'palo' a los socios de esta entidad. Si los aficionados ya están quemados por la forma en que se resolvió la moción de censura contra el presidente, esta medida va a generar a buen seguro polémica en el entorno culé.
ENTRADAS HASTA 52 EUROS MÁS CARAS
Y es que los precios que se han dispuesto para las entradas del Barça - Madrid del 29 de noviembre son, simple y llanamente, abusivos. La localidad más cara, que el año pasado valía 162 euros, sube ahora hasta los 214, es decir, ha habido un aumento de por medio de 52 euros. Y no sólo eso. Las entradas que el año pasado valían 127 euros suben ahora a 166, con lo que los socios tendrán que depositar 39 euros más si desean lanzar cabezas de cochinillo o teléfonos móviles a los jugadores del Real Madrid.
UNA POLÍTICA DE PRECIOS AJENA A LOS PROBLEMAS DEL PUEBLO
Lo que parece claro con esto es que a Joan Laporta no le afecta la crisis. Y los aficionados le importan (con perdón) un 'comino'. Disponer estos precios con la dificil situación que se está viviendo en nuestro país es imperialista y prepotente, como él mismo se dedicó a decir cuando se quejaba del dinero invertido por el Real Madrid en materia de fichajes. Una falta de sensibilidad impropia para el jefe de una junta directiva que presume en sus adentros de ser la mejor de la historia de la entidad culé.
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