Oposición popular al 'pelotazo'

Los vecinos preparan protestas ante la venta del Mini Stadi





Como en todas las operaciones urbanísticas de este tipo, una vez que se firman todos parecen satisfechos, menos aquellos a los que realmente les afecta el problema, que no son otros que los ciudadanos. El acuerdo firmado entre Ayuntamiento, Generalitat y Barcelona supone abrir los terrenos del Miniestadi y parte de la parcela del Camp Nou a los barceloneses después de más de diez años de debate.

LOS CIUDADANOS, LOS MÁS PERJUDICADOS

Pues parece que en este acuerdo hay puntos en los que no todas las partes están de acuerdo. Los residentes en la zona del Camp Nou no ponen ningún tipo de pega a la remodelación del estadio barcelonista, ya que eso lo consideran un asunto interno del club. Sin embargo, y a tenor de las protestas emitidas por varias asociaciones vecinales, la recalificación del Mini Stadi no debe realizarse bajo ninguna de las formas en perjuicio de los ciudadanos allí ubicados.

Y es que, según parece, la demolición del Mini Stadi y de sus alrededores conllevaría varios problemas a la zona de Las Corts de la Ciudad Condal, como puede ser un aumento desmedido de la densidad de la población, la pérdida de zonas verdes y una desproporción de los servicios y los equipamientos de esa zona.


300 MILLONES PARA LAS ARCAS BLAUGRANAS

Una vez más, Joan Laporta, que tanto presume de haber llevado al Barça a la etapa más catalanista de su historia, vuelve a olvidarse de los verdaderos soportes del club: los aficionados, los que salen perdiendo con esta operación, que no es más que un pelotazo urbanístico en el que los únicos beneficiados serán los directivos blaugranas, que tendrán 300 millones de euros para meterselos en la buchaca.