El Dinamo, líder en el grupo del Barça

Dinamo Kiev 3 - 1 Rubin Kazan





No lo tuvo nada fácil el equipo ucraniano, ya que los rusos se adelantaron en el marcador en la primera parte, controlaron el partido y resistieron casi hasta el final las embestidas de los locales. Los dos equipos teóricamente más débiles del grupo F, en el que los indiscutibles favoritos son Barcelona e Inter de Milán, salieron con muchas precauciones al terreno de juego y en los primeros veinte minutos apenas tiraron a puerta.

                            FICHA TÉCNICA

3 - Dinamo Kiev: Shovkovsky; Magrao, Almeida, Yussuf, Vukojevic; Yarmólenko (Gusev, m.66), Erémenko, Ninkovic, Jacheridi; Shevchenko (Betao, m.90) y Millevsky.

1 - Rubín Kazán: Ryzhikov; Kaleshin, Sharónov, Navas, Ansaldi; Karadeniz, Semak, Noboa, Riázantsev (Kasáev, m.84); Domínguez (Muravsky, m.77) y Bujárov.

Goles: 0-1, min.25: Domínguez. 1-1, m.71: Yussuf. 2-1, m.80: Magrao. 3-1, m.85: Gusev.

Árbitro: Alain Hamer (LUX). Mostró tarjeta amarilla a Sharónov, Millevsky y Ansaldi.

Incidencias: partido de la primera fase de la Liga de Campeones correspondiente al Grupo F disputado en el estadio Valeri Lobanovsky ante unos 15.000 espectadores

EL RUBIN DIO LA SORPRESA AL INICIO


Con todo, desde el principio se vio que el campeón ruso estaba mejor situado en el terreno de juego y simplemente esperaba su oportunidad para tomar la iniciativa. Una falta al borde del área fue aprovechada por el argentino Alejandro Domínguez para batir con maestría al guardameta local, que sólo pudo seguir con la mirada como el balón entraba por la escuadra derecha de su portería (m.25).

A partir de ahí, el Rubín dominó el juego a placer, aunque sin crear mucho peligro, mientras el Dinamo no conseguía dar una a derechas. El retorno a Kiev del hijo pródigo, Andréi Shevchenko, había despertado muchas expectativas en la capital ucraniana, pero el legendario delantero que se alzó con la Liga de Campeones en 2003 con el Milán apenas participaba en el juego. La defensa rusa, en la que destacó el central español César Navás, criado en la cantera del Real Madrid, maniató sin mayores dificultades a Millevsky, el principal punto de referencia del ataque ucraniano.

REACCIÓN UCRANIANA

En la segunda parte los locales salieron con fuerza y Shevchenko ya dispuso en los primeros compases de dos buenas ocasiones para empatar el partido. En la primera remató fuera de media chilena con la zurda dentro del área y en la segunda su disparo de falta fue despejado por un defensa cuando llevaba marchamo de gol.

Con todo, la mejor ocasión la tuvo en sus botas Millevsky, que tras recortar a su marcador (Navas), disparó con la puntera y el portero ruso tuvo que hacer una gran estirada para atrapar el balón (m.59). El equipo ruso intentaba desembarazarse del asfixiante dominio local y recuperar la iniciativa, pero no lo logró en ningún momento, lo que a la postre le costaría el partido.

REMONTADA EN LOS INSTANTES FINALES

Cuando parecía que el Dinamo perdía fuelle según avanzaban los minutos y centraba todas sus esperanzas en un balón parado o un despiste defensivo visitante, llegó el tanto del empate. Precisamente, un córner mal defendido por los rusos fue aprovechado por el centrocampista nigeriano Yussuf para cabecear el balón a la red (m.71).

El Dinamo no se conformó con el empate y se lanzó a la búsqueda del segundo gol, que pudo llegar en varias ocasiones, mientras los rusos se defendían como gato panza arriba. Tras dos milagrosas paradas de Ryzhikov, el mejor jugador visitante, el brasileño Magrao, aprovechó un balón al segundo palo para marcar el segundo con un certero disparo con la izquierda.

El Rubín, que debutaba hoy en Liga de Campeones, no consiguió crear ni una sola ocasión de gol en toda la segunda parte e incluso encajó un tercer tanto obra de Gusev en un contraataque.

En la próxima jornada el Dinamo viaja a Barcelona y el Rubín recibe al Inter de Milán.