"¿Por qué uno debería marcharse de un lugar donde se siente a gusto?, expresó Bilic en una rueda de prensa.
Es un giro de 180 grados para el técnico que hasta hace poco indicaba que no iba a quedarse ni un segundo más después del Mundial de Sudáfrica, o el fin de las eliminatorias, si Croacia no se clasificaba.
"He desempeñado este trabajo por puro placer desde el inicio y estimo que mi experiencia al frente de la selección no tiene precio. Entonces solo habrá que ver si nos clasificamos para el Mundial y si la Federación está interesada en mantenerme", explicó el popular entrenador, que durante los años pasados fue objetivo de varios equipos de la Premier League inglesa, sobre todo del West Ham y Chelsea.
Hace solo dos meses, Bilic llegó a manifestar que preferiría "ser cocinero en la Federación, que seguir siendo seleccionador", pero algo, sin embargo, ha hecho cambiar sus pensamientos.
Los medios y la afición siguen apoyando a Bilic pese a una mediocre campaña de clasificación para el Mundial, cuyo desenlace para Croacia depende de terceros.
Si Ucrania se impone a Inglaterra el 10 de octubre en Dnipropetrovsk, Croacia estará eliminada.
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