Un barco a la deriva

Ocupó puestos UEFA y luego vino la debacle







El Espanyol cerró la temporada sumido en un profundo agujero futbolístico y anímico y sin ningún tipo de premio, después de pasar buena parte de la primera vuelta en los puestos de privilegio de la clasificación. La crisis de la segunda vuelta es inexplicable.

El equipo de Ernesto Valverde sumó catorce jornadas invicto, derrotó a los equipos importantes de la competición y se convirtió en la revelación del campeonato en la primera vuelta. En la segunda vuelta no ha sido capaz de defender su nuevo papel y ha firmado unos números horribles.

El duodécimo puesto final en la clasificación no es un mal resultado para un equipo que invirtió poco, y muchos lo hubiesen firmado en verano. Sin embargo, el problema ha sido cómo se ha obtenido: de un semestre de matrícula de honor se ha pasado a otro muy deficiente.

¿Qué le ha pasado al Espanyol? Ésa es la pregunta que todo el mundo se hace desde hace meses y para la que nadie tiene una respuesta clara. Desde luego, son muchos los factores que han influido en el mal rendimiento del equipo en la segunda mitad del campeonato.

Lesiones

El mes de enero fue especialmente duro para los blanquiazules, pues sufrieron bajas de jugadores importantes como Raúl Tamudo, Dani Jarque, Iñaki Lafuente o Carlos Kameni, además de las constantes ausencias de dos futbolistas expertos y veteranos como Iván de la Peña y Francisco Joaquín Pérez Rufete, vitales la pasada campaña.

Valverde dispuso de menos alternativas cuando más se comprimió el calendario. La eliminación en la Copa del Rey y una racha de tres derrotas consecutivas fueron los primeros avisos serios. La victoria en Getafe tampoco fue el punto de inflexión que necesitaba el equipo y, curiosamente, la crisis comenzó a acentuarse.

El nivel del juego del Espanyol fue bajando y eso repercutió en el acierto goleador. La mala segunda vuelta de Tamudo, que no ha marcado ni un solo gol, dejó toda la responsabilidad anotadora en Luis García. El conjunto españolista ha sido el menos certero del campeonato en la segunda mitad de la Liga.

Al mal juego se sumaron los malos resultados y la falta de confianza, que derivó en un estado de absoluto bloqueo mental. Cualquier adversidad minaba el escaso ánimo de una plantilla que, a pesar de intentarlo y de tener una actitud positiva, no ha sabido encajar los golpes.



Afición

Para colmo, la afición también dio la espalda al equipo en muchos partidos. Los malos resultados provocaron el descontento entre los seguidores, que han evidenciado su enfado por el rendimiento de los futbolistas. El divorcio entre público y plantilla ha sido claro en los partidos más recientes.

El golpe final de estos últimos cuatro meses para el olvido fue la ausencia de jugadores españolistas en la lista de convocados de la selección absoluta de Luis Aragonés para la Eurocopa.

Raúl Tamudo, quien difícilmente volverá a tener otra oportunidad, Luis García y Albert Riera han pasado de ser habituales a ser descartados por el seleccionador.

Todo este cúmulo de circunstancias negativas ha provocado que algunos duden sobre la viabilidad del actual proyecto deportivo. Parece que tanto el director deportivo, Paco Herrera, como Valverde seguirán en sus cargos, pero estos malos meses les han hecho perder parte del crédito ganado.

Los rumores de la marcha de Valverde al Barcelona han acabado con la incorporación de Guardiola al banquillo azulgrana aunque Cruyff sigue pensando en el Chingurri para ocupar el puesto de entrenador del Barça algún día.

De momento el club, ha comenzado a concretar fichajes. Gregory Beranger ya ha sido anunciado oficialmente y Crisitan Álvarez lo hará en unos días. No obstante, las limitaciones económicas obligan a vender para reforzar bien la plantilla. El verano en el Espanyol se prevé intenso.

El presidente, Dani Sánchez Llibre, ya ha dicho que no dejará su puesto hasta que no vea terminado y estrenado el nuevo estadio que se está construyendo el equipo en Cornellá-El Prat.