Los suplentes del Getafe se reivindican ante Míchel

Vencieron 1-3 al Ávila





Los hombres de Míchel se tomaron en serio un encuentro que, a priori, podría parecer un auténtico engorro para los jugadores "azulones". A punto de llegar el fin de semana, sin Liga y sin presión, siempre apetece tener unas pequeñas vacaciones sin llegar a ellas con demasiado estrés.

Pero el Ávila se presentaba como un rival muy bueno para medir las sensaciones de los futbolistas que menos juegan en la plantilla madrileña. Alguno, como Kepa Blanco o Franck Signorino, ni siquiera han sido convocados para alguno de los seis partidos que ha jugado el Getafe en la Liga.

Otros, como el argentino Lucas Licht o el portero Jordi Codina, todavía no ha debutado. Luego están los que poco a poco han ido perdiendo fuelle en los planes de Míchel, como David Cortés o Pedro Ríos, que comenzaron siendo titulares en la victoria de Santander, y han ido desapareciendo de las alineaciones e incluso de las convocatorias.

 

Del Moral abrió el marcador

Todos se lo tomaron muy en serio. No desaprovecharon su oportunidad, y eso que enfrente tenían a un equipo, que, pese a jugar en Tercera División, fue muy correoso y combativo durante todo el duelo. Para que los poco habituales pudieran jugar a la vez, Míchel tuvo que cambiar de posición a alguno de sus jugadores. Así, David Belenguer, ejerció de medio centro, mientras que Lucas Licht, lateral izquierdo, hizo las funciones de central.

Pese a los desajustes en sus puestos naturales, el Getafe funcionó en la primera media hora. El tempranero tanto de Manu del Moral, que en el minuto 8 batió al portero David González, sirvió a la escuadra getafense para tener el encuentro de cara y llevarlo con tranquilidad. Tardó el Real Ávila en despertar, pero, sin embargo, el empuje local tuvo sus frutos a falta de diez minutos para la conclusión del primera acto. Javi Rodríguez logró batir a Jordi Codina y puso el empate en el marcador.

Pero éste no duraría mucho, gracias a Kepa Blanco, que logró un tanto de los llamados psicológicos. Su gol, en este caso, era doblemente psicológico. Primero, porque fue al borde del descanso y dejaba a los suyos por delante. Segundo, porque el marbellí seguramente se sintió de nuevo futbolista. El andaluz no ha podido demostrar la categoría que enseñó en Sevilla. Desde que llegó a Getafe, lleva prácticamente dos años en el olvido. Ante el Ávila, tras aprovechar un córner, se reivindicó como el goleador que siempre ha sido.

 


Albín sentenció

No hubo piedad para el Real Ávila, que en la reanudación del choque, y tras los múltiples cambios típicos de un partido amistoso, recibió el tercero, que llegó gracias a un tiro lejano del uruguayo Juan Ángel Albín.

Con muchos de los titulares habituales sobre el campo, el Getafe dominó hasta el final el encuentro. Sólo tuvo que dejar pasar el tiempo, marcar las pautas del choque y guardar el resultado, que pudo ser más amplio si Pedro Ríos, al final del partido, no hubiese fallado dos claras ocasiones.