Luis apostará por el 4-4-2

Si Villa recae, vuelta al 4-5-1





Quedan tres días para el debut de España y Luis Aragonés empieza a sentar las bases definitivas del equipo que debutará ante Rusia el próximo martes. Apostará por el 4-4-2 siempre y cuando Villa se recupere plenamente de sus molestias. Al seleccionador le ha llegado eso de que Torres está demasiado sólo en ataque y quiere que tenga acompañante. Además, otra de las conclusiones es intentar ser más perpendicular en el centro del campo porque el tiqui-taca está muy bien, pero con la intención de llegar lo más rápido posible al área rival. Si no es así, la defensa contraria se arma y las opciones de marcar se reducen.

Lo que parece que está claro es que Luis mira a Güiza con ojos de suplente, ya que no entra en sus planes como pareja de Fernando Torres en ataque en caso de que Villa no esté en condiciones de jugar. El delantero del Valencia se entrenó por primera vez ayer por la tarde en Austria y salvo recaída del golpe en el cuádriceps femoral de su pierna derecha, jugará ante Rusia. En caso de que recaiga todo indica que Luis volvería al 4-5-1 en una demostración de que sota, caballo y rey.


Sergio García sigue al margen del grupo




Quien no acaba de mejorar del todo es el delantero del Zaragoza Sergio García. Ayer fue el único que no se incorporó al trabajo del grupo, y su presencia en el encuentro inaugural sigue en el aire. Quien si se entrenó con normalidad fue Iniesta, totalmente recuperado de su gastroenteritis, y Villa en el entrenamiento de la tarde. El resto del equipo no sufrió ninguna lesión, afortunadamente.

Si Luis tiene claro el dibujo, debería tener también cristalino quienes serán los otros ocho hombres que formarán las dos líneas de defensa y medio del campo. Si mantiene el piñón fijo de lo que ha enseñado desde que concentró a sus elegidos, la defensa la formarían Sergio Ramos, Pujol, Marchena y Capdevilla y el centro del campo, Xabi Alonso, Xavi, Iniesta y Silva. Otra cosa es que los dos partidos amistosos disputados ante Perú y Estados Unidos le hayan hecho cambiar de idea, que no sería de extrañar. Y es que ante los norteamericanos España no funcionó.