Grecia se prepara a puerta cerrada





La selección de Grecia, que este miércoles se medirá contra España en el tercer partido del grupo D de la Eurocopa, en la localidad austríaca de Salzburgo, se volvió a entrenar a puerta cerrada, a pesar de que el encuentro es intrascendente para ambos conjuntos.

Después de protagonizar hace cuatro años una de las mayores sorpresas en un gran torneo de fútbol, al ganar la Eurocopa de Portugal, Grecia quedó matemáticamente fuera del torneo continental de Austria y Suiza tras perder sus dos primeros partidos. El equipo que dirige el alemán Otto Rehhagel cayó ante Suecia (2-0), el pasado martes; y fue derrotada por Rusia el sábado (1-0), de nuevo en Salzburgo, perdiendo de esta forma la posibilidad de acceder a cuartos.

El partido del próximo miércoles, es, por tanto, intrascendente -al tener España asegurada la primera plaza del grupo D y al estar Grecia eliminada- y, si es más que probable que Luis Aragonés saque a los no habituales, el siempre imprevisible Rehhagel, fustigado por las críticas de la prensa helena, aspira a una salida lo más digna posible del torneo centroeuropeo.

La vigente campeona no quiere abandonar Austria con el casillero a cero y esa puede ser la explicación de que, de nuevo, Rehhagel optase por un entrenamiento al que no se permitió el acceso a la prensa. Al contrario a lo sucedido en Portugal, donde los ensayos eran abiertos, en Austria tan sólo se permitió el acceso a la prensa en tres entrenamientos.

Seitaridis y Gekas no estarán ante España

Y como trabajaron de forma hermética, pocas conclusiones se pudieron sacar. Lo único seguro es que en el enfrentamiento entre los equipos que dirigen los dos técnicos más veteranos del torneo continental, no estará Giourkas Seitaridis, del Atlético de Madrid, que fue de los que no se entrenó hoy, aún con molestias tras el partido ante Rusia en el que concluyó el sueño griego de revalidar el título más sorprendente de la historia.

Tampoco lo hará Fanis Gekas, máximo goleador del equipo en la fase previa, que en la mañana del domingo abandonó la clínica de Salzburgo en la que pernoctó, en observación, tras el partido contra los rusos del holandés Guus Hiddink, que se jugarán el pase a cuartos, en Innsbruck, ante Suecia. Es posible que el lateral atlético sea sustituido por Loukas Vintra, del Panathinaikos; y que la punta del ataque griego sea para su compañero de equipo Dimitris Salpingidis.

Junto a ellos, se pueden considerar fijos al mallorquinista Angelos Basinas, por delante de una defensa de cuatro; y al portero, Antonis Nikopolidis -uno de los héroes de Portugal 2004-, que jugará de esta forma el partido 90 con su selección. El último de su brillante trayectoria, ya que el canoso guardameta, de 37 años, anunció el domingo en Seekirchen, que se retira del equipo nacional.

"Clavar" el once inicial griego es, a estas alturas, casi tan complicado como intentar matar las moscas que también abundan en el centro de prensa de Seekirchen con una escopeta. Pero es posible que Rehhagel saque, junto a los citados, una defensa de cuatro en la que también entrarían Sotiris Kyrgiakos -del Eintracht alemán-, Traianos Dellas (AEK), en el centro de la zaga; y Nikos Spiropoulos (Panathinaikos), por la izquierda. Con Christos Patsatzoglou (Olympiacos) y Kostas Katsouranis (del Benfica luso) como pivotes; Angelos Charisteas -el héroe de Lisboa, que golea en el Nuerenberg alemán- por la derecha, y Giannis Amanatidis (Eintracht), atacando por el lado izquierdo.