Alemania se cura en salud ante el gafe de Ballack

Ha perdido tres grandes finales





Si hay un jugador en el mundo del fútbol que tiene bien ganada una fama, ese es el alemán Ballack. Curiosa la vida de este internacional germano, que ha conseguido que en su propio país le tilden de gafe y, más ahora, que los teutones disputarán la gran final del Europeo ante España.

La "racha" de Ballack comenzó en mayo del año 2002. En aquella final de la Copa de Europa entre el Real Madrid y el Bayern Leverkusen (el que por aquel entonces era equipo de Ballack), los blancos se llevaron el gato al agua conquistando su novena Copa de Europa, y dejando a Ballack con la primera de sus grandes finales perdidas.

No tardó mucho tiempo el alemán en repetir derrota. Fue en el Mundial de Corea y Japón, también del año 2002. Alemania y Brasil se enfrentaron en una final que consagró a Ronaldo y que Ballack, después de haber guiado a su equipo hasta allí, se perdió por sanción. Los brasileños se impusieron por 2-0, y Ballack seguía engordando su leyenda negra.

No fue hasta el pasado 21 de mayo, en la final de la Liga de Campeones que enfrentó a Manchester y Chelsea, cuando Ballack volvió a subir su gafe. El alemán, que formó en el equipo titular del Chelsea, vio como su equipo caía derrotado en la tanda de penaltis ante los diablos rojos de Cristiano Ronaldo. Esperemos que la saga de grandes derrotas de Ballack engorde el próximo domingo, sería señal de que España triunfa y se lleva la Eurocopa.